El Deportivo Aragón ha dado sus primeros pasos de cara a la próxima campaña. El barco capitaneado por César Láinez parte con rumbo a Segunda B, un destino complicado donde el entrenador zaragozano tendrá el reto de conducir al equipo mientras ejerce una labor didáctica y formativa para un grupo de gran juventud. Veinte futbolistas se han dado cita en la Ciudad Deportiva para poner fin al periodo vacacional. Muchos reencuentros y caras nuevas como Carlos Ramírez, Rubén López, Ahmed, Sergio García o Yusef Alí, hijo mayor de Nayim, que se encuentra a prueba con el segundo equipo. Además de los juveniles Javier Subías, Luis Forcén, Enrique Clemente y Javier Marcén.

El exportero del Real Zaragoza vuelve al filial tras su paso por el primer equipo. Una andadura donde se cumplieron los objetivos en materia de clasificación y también sirvió para consolidar jugadores en la plantilla. Pombo, Ratón y Raí adquirieron peso en el tramo final de Liga y Lasure o Guti tuvieron su oportunidad en el último partido de competición ante el Tenerife. De esta forma, Láinez cumplió con una de sus principales premisas. Para el técnico zaragozano lo más importante es «la formación de jugadores. El mayor premio para el Deportivo Aragón es que aportemos chicos a la primera plantilla. Hay que dar siempre prioridad a la formación, a lo colectivo, antes que a cualquier individualidad», aseveró César.

Dónde competirá el filial blanquiazul sigue siendo una incógnita, ya que aún no se ha hecho oficial la composición de los distintos grupos de Segunda B. Pese a ello, el cuerpo técnico cree que hay amplias posibilidades de pertenecer al Grupo III, donde tienen cabida los equipos catalanes, valencianos, baleares y, seguramente, los aragoneses. Un horizonte complicado en un grupo de alta exigencia. Hércules, Elche, Sabadell, Mallorca o Lleida son clubs de linaje histórico en el fútbol español, con plantillas de alto nivel para la categoría. César Láinez calificó este grupo como «el más exigente de los últimos años. En labor de formación vendrá bien, los chicos visitarán campos de Primera. Lo que tenemos que hacer es trabajar para ser competitivos y poder hacer daño a estos equipos». Para el técnico del Deportivo Aragón hay que saber adaptarse a la categoría, intentado «quitar presión a los jugadores. Hay que ser constantes y rendir de forma coral. Tenemos que tener una idea de juego clara».

Los objetivos para la próxima campaña van más allá de la clasificación. «Sería un error fijar un objetivo que no sea aportar jugadores para el primer equipo», explicó Láinez. Su misión formativa es de clara relevancia para el club, nutriendo a la entidad de jóvenes válidos y comprometidos con la camiseta. La puesta a punto para un reto de alta exigencia repleto de ilusión.