Los pilotos del Mundial de motociclismo esperan dedicarle hoy, en Le Mans, sus carreras y éxitos al norteamericano Nicky Hayden, que, el pasado martes, sufrió un gravísimo accidente en Italia al ser atropellado por un coche cuando se entrenaba en su bicicleta de carretera, cerca del circuito de Misano. El choque le provocó múltiples lesiones de las que parece no será capaz de recuperarse. "Le Mans es un lugar hermoso para correr recordando al bondadoso Nicky", comentó ayer el veterano italiano Valentino Rossi, buen amigo suyo.

Mientras tanto, la familia de Kentucky Kid, especialmente su madre Rose, su hermano mayor Tommy y su novia Jackie, han emitido un comunicado, a través de su abogado italiano Moreno Maresi, en el que agradecen a todo el mundo "la solidaridad y el cariño demostrado hacia nuestro hijo". La nota da las gracias, muy especialmente, a todo el equipo médico, no solo del hospital Bufani, de Cesena, en cuya unidad de reanimación se encuentra internado Hayden, sino a los servicios médicos que atendieron a Nicky en el mismo lugar del accidente. "Para nosotros --termina la pequeña carta-- es un orgullo saber que todo el mundo se interesa por Nicky en un momento tan especial y grave".

EL PRONÓSTICO SIGUE SIENDO GRAVÍSIMO

"La situación", ha explicado una fuente oficial de Honda, marca para la que Hayden corrió en MotoGP y ahora participaba en el Mundial de Superbikes, "sigue siendo, como describen los comunicados del hospital, extremadamente grave, gravísima y lo único que estamos esperando todos es un gesto, una señal, algo que nos permita saber que Nicky lucha y está recuperándose". Ni los médicos, ni la familia, ni Honda, que está incondicionalmente al lado de su piloto, se plantean otra cosa que esperar y, mucho menos, trasladar "pues es imposible en su estado" al paciente a Estados Unidos.

La verdad es que el cuadro médico de Hayden no ha mejorado ni un ápice en los últimos días. Con el paso del tiempo, la situación empeora pues se reduce, sensiblemente, la posibilidad de que los médicos que le atienden puedan operar a Nicky para intentar reducir el trauma cerebral que sufre y que es lo que más cerca le acerca a la muerte.

Hayden, cuentan los médicos del Bufalini, según revela hoy mismo La Gazzetta dello Sport, no responde a los estímulos cerebrales y se mantiene con vida gracias a las múltiples máquinas a las que está conectado en la sala especial que le alberga desde el pasado martes.