El jugador catalán del Borussia Dortmund, Marc Bartra,herido en el ataque al autobús del equipo de fútbol alemán, ha abandonado a primera hora de esta tarde la clínica donde fueoperado la noche del martes de una fractura de radio a la altura de la muñeca derecha y esquirlas en la mano. Al exjugador del Barça, de 26 años, se le clavaron cristales rotos de las lunas laterales del bus consecuencia de la explosión. Los padres del futbolista catalán se desplazaron esta miércoles hacia Dortmund para estar con su hijo. Nada más llegar a su casa, Bartra ha agradecido las muestras de solidaridad en un mensaje escrito en su cuenta de tuiter.

Poco después ha colgado una fotografía en Instagram donde muestra los vendajes tras la atención hospitalaria.

Bartra resultó herido en la triple explosión que se produjo este martes junto al vehículo del equipo alemán cuando este salía rumbo al estadio para el partido de ida de cuartos de final de la Liga de Campeones frente al Mónaco. Las detonaciones no lastimaron a ningún otro jugador. El encuentro de cuartos de final, que se debía disputar este martes a las 20.45 horas, está previsto que se juegue este miércoles a las 18.45 h. Esta mañana también se ha conocido que hay un segundo herido, un policía que, en moto, acompañaba al equipo en su desplazamiento hacia el estadio. La policía alemana ha informado este miércoles de que investiga si se trata de un atentado islamista.

"NOS TIRAMOS AL SUELO"

El exdefensa azulgrana ocupaba la última fila del autobús del equipo. "Me senté en la ultima fila de atrás junto a Marc Bartra, que fue herido con pedazos de vidrio en el momento del impacto", explicó su compañero Roman Bürki, en unas declaraciones que recoge Efe.

"Después de la explosión todos nos tiramos al suelo en el bus, no sabíamos que hacer", añadió el portero del conjunto alemán, que destacó que la policía "actuó muy rápido". "Estamos todos muy conmovidos, nadie pensó que había un partido de fútbol minutos después", concluyó Bürki.

El trágico incidente en el que se ha visto implicado Marc Bartra ha despertado una ola de solidaridad de sus compañeros de profesión.