Es la segunda vez que MotoGP visita el Red Bull Ring, en Spielberg (Austria), y Marc Márquez (Honda) ya ha conseguido, también, la pole position. Así es el tricampeón más joven de la historia. No duda. Determinante. Ya solo le queda, en todo el campeonato, lograrla en Japón y Holanda. La que consiguió ayer hace la número 70. No hay nadie en el mundo que tenga tantas poles. Ni Valentino Rossi (64). Ni Jorge Lorenzo (65). Desde el legendario y victorioso 2014, Márquez no conseguía tres poles seguidas. Ya las tiene: Alemania, República Checa y Austria. Por eso le teme la parrilla. Como dice Maverick Viñales: «En el parón, Honda ha encontrado algo que hace volar a Marc y nosotros seguimos sin mejorar».

Y la verdad es que el término que mejor se adapta a lo que hizo Márquez con su RC213V es volar bajito. De los cuatro mejores tiempos que se hicieron en el ensayo de la pole, el tricampeón de Cervera logró tres. El que le valió la pole (1.23.235 minutos); el segundo, sí, sí, el segundo (1.23.345), que fue mejor que el que le permitió a Andrea Dovizioso (Ducati, 1.23.379) ser segundo y hasta el cuarto (1.23.473), que mejoró el de Lorenzo (Ducati, 1.23.621), que le colocó tercero en parrilla.

Es por eso que Márquez, tras un inicio de Mundial dubitativo, como casi siempre porque Honda sigue sin hacerle caso en sus consejos invernales, ha vuelto a provocar, en el Red Bull Ring, un terremoto. Tiene ritmo (ahí están sus tres cronos en la quali), velocidad punta (la máxima de la jornada de ayer: 310.8 kms/h.) y la vuelta rápida. «Solo había que ver las caras de sorpresa de mi gente en el box. Ninguno de nosotros creía, al llegar el jueves a este circuito y recordar lo mucho que sufrimos el año pasado aquí, que íbamos a ir tan bien. Hemos sido rápidos desde el primer entrenamiento. Lo hemos sido con todos los neumáticos: blando, medio y duro. Solo queda rematar en carrera, que es lo más difícil, claro. Sobre todo si ves a Dovi, que también ha sido velocísimo durante todo el fin de semana con cualquier rueda».

Dovizioso dice que va a salir «a por todas, debemos evitar que Marc sume su tercer triunfo consecutivo». Lorenzo está ilusionadísimo con lograr «mi primera victoria con Ducati», por eso estrena un casco en plan demonio, a juego con el rojo de su nueva marca. Viñales está resignado a perseguir el podio, que es lo único con lo que se atreve. Dani Pedrosa (8º) espera «hacer una buena salida y no perder a los de cabeza, cosa muy complicada porque hay tres curvas tras la salida dificilísimas». ¿Y Rossi?, Valentino, que siguió su guerra psicológica contra Viñales al asegurar que está poniendo la Yamaha a punto para el catalán («espero que me deje acabar delante suyo la carrera»), espera pelear por el tercer escalón del podio, pese a salir, también, desde la tercera fila. «Los dos primeros puestos serán para Marc y Dovi. En esa pelea, veo un pasito por delante a Márquez. Yo pelearé por la tercera plaza, para la que hay varios candidatos», señaló el Doctor.

«Rematar» es la petición de hoy de Márquez. Ayer, voló, sí, pero, en el Mundial, hay cinco pilotos en 31 puntos, poco más de un triunfo.