Marcelo Almeida se mostraba ayer "un poco emocionado" en su segunda presentación como jugador del DKV. La primera tuvo lugar el 13 de agosto de 1999, en la que supuso su primera incursión en el fútbol sala europeo. Por aquel entonces, Almeida tenía sólo 24 años y llegaba del Minas Club Tenis con muchas ganas de triunfar en Europa, como aseguró entonces. "Todo futbolista brasileño aspira a jugar en Europa", sentenció.

Seis años después, el ala-cierre brasileño regresa a la ciudad que le dio su primera oportunidad europea. En el entonces llamado Foticos Zaragoza, Almeida vivió momentos dulces y amargos, entre los que destacan el descenso a División de Plata y el ascenso a División de Honor. En 1999, marcaba como objetivos "disputar los playoff por el título". En esta ocasión, hace una referencia a los logros del equipo en la pasada temporada y afirma querer "volver a jugar la Copa y los playoff, pero llegando más arriba. Quiero buscar siempre algo mejor, algo más".

Este regreso es un sueño cumplido para él. "Echaba de menos la ciudad, a su gente e, incluso, a la prensa". En el 2003, tras cuatro temporadas en el club aragonés, decidió probar suerte en Bélgica, pero pronto surgió en él la añoranza. Así, cuando el año pasado se le presentó la oportunidad de jugar en Pinseque, no lo pensó dos veces: "Hablé con mi esposa y decidimos volver. Y, ahora, he conseguido el objetivo de volver a jugar en División de Honor en España, en Zaragoza".

ILUSION RENOVADA Almeida es consciente de que ésta es una temporada muy importante para su club, "por la Copa y el cambio de entrenador", sobre todo, aunque espera continuar la estela dejada por Chavi Ladaga y "continuar siempre arriba, entre los mejores". Para ello, demuestra la misma ilusión del primer día, de su primera llegada a Zaragoza, prometiendo jugar y disfrutar esta temporada "como la primera en España" y "luchar hasta el final por el equipo". Cuenta, para ello, con "un buen equipo para estar luchando por conseguir grandes cosas, para conseguir estar entre los ocho primeros". Sobre su compatriota Eka , señaló que le había visto jugar en dos o tres ocasiones por televisión, aunque nunca han coincidido en el campo. Sin embargo, no tiene más que halagos hacia él. "Es un jugador joven, pero con mucha habilidad y fuerza con la derecha y la izquierda. Es un jugador de mucha calidad. En Brasil, de los mejores", expuso.

En cuanto a él, sus referencias son también inmejorables. Luis Alberto Esteban, gerente del DKV, afirma que, en cuanto se supo la posible salida de Claudinho y conocieron la situación de Almeida, que terminaba contrato con el Pinseque y "seguía teniendo al DKV en su corazón, aun cuando estaba en Bélgica", a nadie le surgió ninguna duda, ya que cumple con "el perfil que Carlos Sánchez quiere. El es su primer avalista". Aún más, "es un jugador adaptado a la liga española, un alma en el vestuario, un brasileño europeizado". Así, pues, el brasileño más aragonés del DKV vuelve a Zaragoza para demostrar que, de alguna manera, nunca se fue de aquí.