Una gran marea verde invadió de forma súbita el Parque José Antonio Labordeta. Eras los participantes de la tercera edición de la Carrera Atades por un nuevo cole, que se citaron a las diez y media de la mañana. Esta prueba es un oasis dentro de las carreras populares que tan de moda se han puesto. Los atletas intentan superarse mejorando sus registros y realizando deporte salud.

Pero esta carrera es diferente al resto. Está abierta a todas las personas de todas las edades. Los hay niños, padres, madres, abuelos, discapacitados. Una fiesta del deporte en el que todos pasan una magnífica mañana de domingo. Y todo por un fin solidario como es el de recaudar dinero para la futura construcción del nuevo colegio de educación especial de San Martín de Porres.

Los participantes estaban de enhorabuena puesto que la mañana amaneció fresca y, pese al cambio de hora, nadie se despistó y todos salieron a las diez y media para disputar los 5.000 metros de la carrera larga a la que los participantes tenían que dar dos vueltas.

Tras las dos motos abre carreras apareció la figura clásica de Joaquín Pacheco con su silla de ruedas. Y más atrás la olímpica Isabel Macías, que acompañaba a un niño discapacitado con silla de ruedas. La atleta del Simply Scorpio corrió con el dorsal 1 y era la madrina de la carrera. Unos pocos decidieron salir a saco y se llevaron su justa recompensa. Venció un desconocido, Álvaro García, que tuvo que hacer un eslalon cuando dobló a numerosos corredores que daban todavía la primera vuelta. Segundo fue Alberto Galán y tercero Jaime Martín.

En la prueba femenina se impuso una clásica, la zaragozana Antolina Díaz, que fue muy superior a Sandra Menes y a Begoña Mota. Una hora más tarde llegó lo más bonito de la mañana, la prueba de un kilómetro a la que se apuntaron niños, padres y discapacitados en la gran carrera de la alegría.