Nosotros somos conscientes de que podemos sacar esto adelante y de que vamos a conseguir seguro la sexta plaza" afirmó ayer Mario Abrante, que, no obstante, reconoció que no esperaban fallar ante el Mirandés. "En el vestuario tenemos la sensación de que de haber ganado ayer (por el miércoles) habríamos dado un paso casi definitivo para lograr nuestro objetivo, pero estamos fuertes y unidos, que es lo importante. Somos conscientes de que seguimos dependiendo de nosotros mismos y que el domingo tenemos un partido muy complicado, porque el Valladolid es un gran equipo, pero que podemos puntuar y ganar allí. Seguro que allí las cosas nos van a ir bien", dijo.

Mario también hizo un llamamiento a la afición para que siga apoyando al Real Zaragoza y para que no se dejen llevar por el pesimismo tras la inesperada derrota sufrida contra el Mirandés, en La Romareda. "Nosotros sabemos dónde estamos y de qué somos capaces. A veces la gente te aplaude, pero también te silba bastante y ellos no se dan cuenta de que eso a nosotros no nos ayuda sino todo lo contrario, nos perjudica muchísimo. Pueden estar enfadados o no, pero cada vez que se escuchan los silbidos o que nos abroncan, no es beneficioso para el equipo. Eso no es bueno para el grupo", comentó.

ORGULLOSOS

"En general no tuvimos las ideas claras y no estuvimos finos ante el gol, pero el fútbol también nos castigó mucho", afirmó Mario al analizar los motivos de la derrota del miércoles, pero defendió que el Zaragoza no hizo un mal partido frente al cuadro burgalés. Y afirmó incluso que Ranko Popovic les había dicho que estaba satisfecho con el juego realizado ante el Mirandés. "El míster está contento porque vio que lo dimos todo, que no fue lo mismo que perder como otras veces que parece que no hemos querido. El equipo corrió muchísimo y tenemos que estar orgullosos de nuestro partido, no del resultado. El míster está con nosotros y con ganas de seguir trabajando. Creo que el también está orgulloso de nosotros". explicó.

Mario hizo también referencia al desajuste defensivo que se produjo en el gol marcado por Urko Vera y que dio la victoria a los burgaleses. "Quizás hubo un poco de falta de concentración o que a la hora de marcar no estuvimos fuertes. Nos despistamos y los despistes nos cuestan caros. Esto solo se soluciona viéndolo e intentando que no vuelva a pasar", dijo el canario.

Pero el problema es que el Zaragoza ya lleva muchos goles encajados este curso en acciones a balón parado. "Solucionar esto pasa por cada uno de nosotros. A la hora de las faltas y córners tenemos que estar concentrados al cien por cien y pendientes de que por lo menos el jugador que tenemos al lado no remate y, si lo hace, que por lo menos lo haga incómodo, porque rematan solos y no puede ser. Al final es todo una cuestión de concentración", explicó Mario.