Marc Márquez (Honda, 1.54.981 minutos), que lidera uno de los Mundiales de MotoGP más igualados y disputados de las últimas décadas, dio otro golpe de efecto en el precioso circuito de Brno, en la República Checa, donde hoy (14.00 horas, Movistar+ y Vodafone) se reanuda el campeonato tras las vacaciones estivales. Restan nueve grandes premios y serán nueve finales. Márquez, ganador de tres de los últimos cuatro campeonatos, protagonizó una pole position increíble, subiéndose por los pianos, evitando caerse, en un par de ocasiones en cada vuelta rápida, levantando la moto con el codo, la rodilla y, finalmente, se impuso a un fabuloso Rossi, por tan solo 92 milésimas de segundo. El tercero también tuvo una actuación fabulosa, pues fue Dani Pedrosa (Honda), que terminó a 0.138 segundos del poleman español.

Si la primera fila es llamativa, con las dos Honda, que hace diez días estuvieron entrenando aquí, lo que se notó mucho, y la Yamaha del Doctor, no es menos brutal y aguerrida la segunda fila, que lidera el cuarto candidato al título, el italiano Andrea Dovizioso (Ducati) junto al aguerrido Cal Crutchlow (Honda), que estuvo a punto de romperse una vértebra en una caída, y un renacido Jorge Lorenzo, con una Desmosedici algo marciana, ya que estrena una cúpula de carenado revolucionaria «que me permite frenar mejor, entrar mejor en las curvas pero que me resta velocidad punta en las rectas», confesó el mallorquín.

Y, liderando la tercera fila y lo que es peor, totalmente desencajado y desesperado, estará Maverick Viñales (Yamaha), que terminó a más de medio segundo de Márquez. «No sé qué nos pasa pero es mi peor clasificación. Hemos de reflexionar mucho con el equipo, analizar lo que nos está pasando y, sobre todo, jugárnosla cambiando todo en la moto y arriesgarnos en carrera», dijo el muchacho que ganó, de calle, las dos primeras carreras de este año.