"Es la primera vez que visito Zaragoza, pero es una ciudad preciosa". Con una sonrisa en el rostro y una estatura de 1,60 se presentó Muggsy Bogues en el NH Collection Gran Hotel como embajador de la NBA para el evento NBA Zone de BBVA que tendrá lugar este fin de semana en la Plaza del Pilar.

La vida del jugador más pequeño de la historia de la NBA podría ser el guión de una película de Hollywood sobre el sueño americano y la superación personal en el deporte. "Hubo mucha gente que no podía comprenderlo e hizo comentarios sobre ello", recuerda Bogues acerca de sus complicados inicios en el baloncesto, en los que fue juzgado por su pequeño tamaño.

Bogues, cuyo verdadero nombre es Tyrone Curtis, recibió aquel pseudónimo durante sus primeros pasos en el básket norteamericano. "Era tan pequeño que siempre estaba robando balones y fui a un programa de televisión donde me nombraron con ese mote. Todo el mundo comenzó a llamarme así dentro de la pista". Una cancha en la que batió récords, y no sólo por su sorprendente estatura.

Jugador más valioso en Dunbar High School (compartiendo vestuario en 1983 con leyendas como Reggie Lewis, Reggie Williams y David Wingate), pasó a formar parte del Wake Forest University y fue seleccionado el número 12 del Draft de la NBA del 1987 por los Washington Bullets (ahora Wizards).

Un año después, tras coincidir con Manute Bol, uno de los jugadores más altos que han pasado por la NBA (2,31 metros), fichó por Charlotte Hornets, franquicia en la que permaneció hasta 1997 y en la que estableció las cifras de mayor número de minutos jugados, asistencias, robos y un largo etcétera que sigue en vigencia a día de hoy. Todo a pesar de las circunstancias.

"Las personas suelen decirte lo que puedes o lo que no debes hacer. Yo solamente creí en ello y me esforcé, porque jugar en la NBA era lo que siempre había querido", asegura. ¿La clave? "Nunca rendirse, si crees en ello puedes conseguir todo lo que te propongas. Nadie controla tu vida, nadie puede derrotarte y nadie sabe realmente lo que quieres, salvo tú".

Embajador de la Liga más importante del mundo, Bogues afirma que "la actual NBA es muy diferente y las reglas y los sistemas han cambiado", añadiendo que "esta competición es un modelo a seguir que siempre evoluciona, por lo que todo el mundo quiere saber qué está pasando aquí". Alabando a James, Curry, Durant o Westbrook, Muggsy Bogues confirmó que "la NBA sigue teniendo a las mejores superestrellas del baloncesto y, por eso, podemos seguir disfrutando de los mejores partidos".

Muggsy Bogues demostró a finales de los años 80 y durante toda la década de los 90 que los sueños no entienden de estatura. Donde nadie creía, él creyó. Y esta pequeña gran leyenda ya forma parte de la historia.