Mariano Soriano, el director de deportes del Gobierno de Aragón, parecía que tenía el don de la ubicuidad el pasado sábado. Al punto de la mañana fue al pabellón de Valdefierro a entregar trofeos a las finales del Regional escolar de balonmano. Dio la copa de campeón de Aragón infantil masculino al equipo de Colores. Después, cogió el coche y se fue a jugar el primer partido del Nacional de veteranos con Balonmano Zaragoza frente a Valle de Nalón. Con una paliza en el cuerpo, Soriano regresó a Valdefierro y dio el trofeo al ganador infantil femenino, que también fue Colores.

El equipo creado hace una década en el barrio zaragozano de La Magdalena bajo el impulso de Miguel Mendo fue el gran protagonista de la mañana con sus dos títulos. El equipo rojo ya tutea a las grandes canteras aragonesas. Le ganó el título infantil masculino a Dominicos por un resultado de 30 a 23 y el infantil femenino a Almogávar, el sucesor del Balonmano Aragón, por 27 a 18. Y Dominicos confirmó su poderío. Es el mejor filón aragonés con sus 350 jugadores. Ganó los títulos cadete masculino a Almogávar por 34 a 31 y el femenino. Fue la final más apretada de la mañana y ganaron los colegiales por 27 a 25 a Colores.

Fue un maratón de seis horas de balonmano donde todos, padres, entrenadores, árbitros, jugadores y el público, dieron una lección deportividad. Se vivieron momentos emotivos. Uno de los mejores fue la ovación final a las infantiles de Almogávar. Perdieron en la primera parte por 15 a 2. Y demostraron que lo importante es luchar hasta el final.