David Lorén ya es un clásico dentro de la cantera de baloncesto del colegio de Moncayo. Este técnico lleva dos décadas trabajando en el centro escolar zaragozano. Y con él como pilar fundamental, este deporte tiene un nombre propio dentro del baloncesto escolar de la ciudad. Él tiene muy claro su libro de estilo. «Soy un educador del baloncesto y la disciplina es muy importante. Queremos hacer jugadores y hacer equipo. Para eso tenemos la escuela. A mí no me gustaría separar por niveles, aunque los que están en el A compiten más para ganar, mientras que los del C tienen como objetivo aprender y pasárselo bien», dice Lorén.

Este técnico jugó hasta los 19 años a baloncesto en el Calasancio, el Seminario, Moncayo y Boscos Salesianos hasta que tuvo que retirarse por las repetidas lesiones en sus rodillas. «Tengo fastidiado el ligamento cruzado de la rodilla izquierda y me han operado 14 veces. Comencé a entrenar en Sagrado Corazón y hace 20 años sustituí a Javier Bentué en la escuela del Moncayo. Recuerdo que entonces habría seis equipos y ahora tenemos quince y un total de 185 jugadores. El mayor problema era crear una escuela, se han ido llenando todos los cursos y no hay años colgados. Lo bueno que tiene la escuela es que crea ambiente y vidilla», afirma el entrenador.

Lorén reconoce que el baloncesto en el colegio zaragozano se encuentra «en el mejor momento de su historia», explica. La escuela Moncayo cuenta con 40 niños de 6 y 7 años. «Se entrenan dos horas a la semana. Se realizan juegos como pillar y el gavilán para que conozcan el baloncesto a través del balón. Queremos que empiecen a aprender a botar el balón y que se diviertan», afirma.

El noventa por ciento de los jugadores de baloncesto son mujeres. Tan solo tienen un equipo en infantil masculino junto a los jugadores que tiene la escuela. «Hace muchos años los chicos practicaban el fútbol sala y el balonmano, mientras que las niñas hacían baloncesto y gimnasia rítmica. Esta división se eliminó, pero cuesta que los niños se apunten al baloncesto puesto que el fútbol tiene mucho tirón. A los chicos les gusta mucho el fútbol sala y hay alguna niña suelta que practica fútbol sala y balonmano. Puede haber cuatro o cinco niños sueltos en el baloncesto, pero al no formar equipo, se van a otro lado», afirma Lorén.

La mayor parte de los jugadores pertenecen al colegio. «Pero si viene alguna niña suelta, se puede apuntar. Por ejemplo, tenemos alguna chica de El Salvador, el Liceo Europa y Tiempos Modernos». El básquet de Moncayo puede jugar en unas buenas instalaciones. «Tenemos un pabellón que compartimos con el fútbol sala y el baloncesto. Nos repartimos las horas a principios del año. Se agradece entrenar cuando en la calle hay cero grados. También tenemos pistas exteriores. Hay una cancha de básquet de mini baloncesto y una grande que se puede dividir en dos. También hay otra pista que se comparte con el mini balonmano».

Sobre el baloncesto escolar zaragozano, Lorén afirma que «tendríamos que formar a los formadores. Aquí tenemos buenos técnicos y les felicito por los entrenamientos que llevan a cabo. Ese es uno de los grandes problemas del básquet aragonés. En cuanto a clubs como el Tecnyconta o Casablanca, tiene nque tirar de teléfono para fichar a los mejor». Moncayo tiene una relación con el Azulejos Moncayo. «Están en Liga Femenina 2. Es importante que todas sus jugadoras sean de la cantera. Hemos ido a ver algún partido al Siglo XXI y tres de sus jugadoras han hecho un clínic en el colegio». concluye Lorén.