El Peñas Huesca no pudo agarrarse al sueño del ascenso al volver a perder ante el Melilla (86-93), equipo que se ha ganado el derecho a jugar en la ACB tras mostrarse superior en la eliminatoria, que liquidó en los tres primeros encuentros. No fue mejor ayer. Entró en la prórroga de milagro, gracias a un triple en el último segundo, y ahí sacó provecho de su potencial.

El Peñas empezó muy metido en el partido, seguramente espoleado por el buen ambiente que había en el Palacio de los Deportes. Anotó, robó, tomó la primera distancia y quiso marcar las pautas de lo que debía ser el encuentro. Lo consiguió en los primeros cinco minutos, cuando una logró la primera diferencia (13-8) e hizo creer a su afición que podía. No sería tan fácil, lógicamente. La fortaleza y el talento del Melilla le sostuvieron en el encuentro, que llegó al primer parón con un marcador apretado (20-22).

Una técnica en contra y el desacierto en el tiro llevaron al Peñas a momentos difíciles en el segundo cuarto, cuando los melillenses llegaron a dominar por siete puntos. Tuvo que parar el partido Quim Costa en dos ocasiones para frenar los peores momentos e impedir que el Melilla se marchase en el marcador. Lo logró pese a la lesión de Maldunas poco antes del descanso, al que se llegó 36-38.

La segunda mitad comenzó con un intercambio de canastas que hizo bailar el marcador. El Peñas llegó a igualar (41-41), pero en ese momento el Melilla empezó a dispararse gracias al acierto de Zengotitabengoa, que llevó a su equipo hasta los 8 de ventaja (47-55), aunque se entró 54-59 en el último cuarto, que fue trepidante. Creyó el Huesca y logró recortar, casi ganar, e igualar el electrónico (79-79) para llevar el partido a la prórroga, que fue otra historia.