En el frío de Moscú, Leo Messi lanzó una promesa devocional: «Si salimos campeones en el Mundial de Rusia, voy caminando hasta la virgen de San Nicolás». 50 kilómetros de peregrinación, desde su casa en la ciudad argentina de Rosario hasta la iglesia donde se encuentra la imagen a la que el mejor jugador del mundo, al que llaman a veces dios, ya se ha encomendado.

A Messi le preocupa por el momento encontrarse con España apenas comenzado el certamen. «No me gustaría cruzarme con España, que es uno de los rivales que nos podría tocar en el sorteo, por lo que es, por el juego que tiene. Sería un rival muy difícil y prefiero evitarlo», dijo en una entrevista a fondo para TyC Sport muy centrada en su experiencia con Argentina, a la que no ve favorita. «España, Brasil, Alemania, Francia... Hoy por hoy son las que mejor imagen están dejando y las que mejor juego hacen».

Ya pasaron los temores al gran fracaso de quedarse fuera del Mundial. Quedaron atrás incluso las críticas demoledoras de una parte de la prensa argentina. «Nos duele a todos lo que se dijo ese tiempo. Estamos acostumbrados a que se digan barbaridades de nosotros y convivimos con eso. Todos pasamos momentos duros con la selección».

Messi habló sobre su liderazgo dentro de un grupo que ya se conoce desde hace años y, todavía, despejar sospechas de que es una suerte de entrenador en la sombra que quita y pone jugadores. «Yo soy uno más acá, intento dar lo mejor cuando vengo y trato de disfrutar estos días con mis compañeros; ahora vienen muchos chicos nuevos, una camada de jóvenes importante y lo disfruto con ellos también. Pero que manejo a los técnicos y a los que tienen que jugar es mentira. Decir a grandes jugadores que juegan por ser amigo de Messi es una falta de respeto».

CHARLA CON MARADONA / Son estos días de unanimidades en relación con la figura de Messi. Ya ni su padre le juzga como antes. «Mi papá siempre fue uno de los más críticos conmigo», desveló. «Hoy charlamos mucho más de los partidos, de cómo se dan, de los rivales. Ya zafo [paso] bastante de las críticas», dijo.

Todavía queda la sospecha de su relación con Diego Maradona. Se acaban de encontrar en la fiesta de la FIFA que premió a Cristiano Ronaldo. Hubo un abrazo, pero algo de frialdad. «Con Maradona tengo pendiente una charla».

Una de los grandes dilemas que debe resolver Sampaoli se relaciona con la compatibilidad de Messi y Dybala, quien reconoció públicamente la dificultad que tiene para ensamblarse con el mejor del mundo. Según Leo, las palabras del crack de la Juventus fueron mal interpretadas. «Hablamos y entendí lo que quiso decir. Nada que aclarar».