Esta semana hemos asistido a un nuevo capítulo del sainete Agapito Iglesias. El esperpento de la subasta (yo no lo puedo llamar venta) de nuestro amado Real Zaragoza no pone de manifiesto más que la personalidad del señor Iglesias. Yo le enviaría la siguiente carta a sus abogados. No sólo le permito utilizarla, sino que le invito a hacerlo.

Estimado Sr. Iglesias: Le hago llegar nuestra oferta para la compra del Real Zaragoza SAD, así como el futuro que plantearía para la entidad. Partiendo de la base de una limpieza absoluta, basaríamos el resurgimiento del club en 4 premisas:

1. Deportiva. Tras el fracaso de los diferentes modelos implantados por usted, fichajes de medio pelo, sin bagaje ni trayectoria en muchos casos, de lugares y representantes extraños, y a los que se les paga como estrellas, volveríamos a mirar hacia lo que más ha dejado de lado: la Ciudad Deportiva. Tiene que ser el núcleo fundamental sobre el que pivote la salvación deportiva y económica. Es un objetivo a medio y largo plazo donde se pide la complicidad de todos.

Hay que recuperar el amor que todos los niños aragoneses hemos sentido por nuestro club. Para ello debemos restablecer la buena sintonía con los clubes aragoneses, desde los que trabajan principalmente con el fútbol base (Stadium, Amistad, Oliver, Balsas, y demás) como los que están en Tercera y Segunda B. Todos deben nutrir al Real Zaragoza, y sentirse orgullosos de ello.

¿Cómo hacerlo? Poniendo un director de la Ciudad Deportiva que conozca Aragón, que sea conocido en Aragón, y que pueda tener fluidez en las relaciones con todos estos clubes. Se me ocurren muchos nombres que ya han estado en la casa: Chirri, Carlos Rojo, Emilio Larraz... Gente de aquí, que sienta que están ayudando y que vea reconocida su labor, sin interferencias y total libertad, donde lo primordial sea un modelo y que se apueste por ello en todas las categorías.

El entrenador del filial y del primer equipo los tenemos clarísimos. En el filial, un hombre de aquí, que probablemente sea el entrenador que más jugadores ha ascendido al primer equipo, y que además de no casarse con nadie, piensa en jugadores, y no en resultados: don Manolo Villanova. En el primer equipo, un icono de la afición, que además de pasar muchos y gloriosos años aquí, se ha curtido en el fútbol inglés, como jugador, segundo entrenador y ahora manager. Me refiero a Gustavo Poyet. Si se le ofrece un proyecto serio, con años por delante, estilo Inglaterra, vendrá encantado.

Y en la dirección deportiva, otro icono, exjugador y que además se sabe mover en el mundo de la representación, con contactos y gran personalidad: el gran capitán, Xavi Aguado.

Creemos posible combinar jugadores de aquí, de casa, con jugadores de perfil diferente a lo que se ha traído, jugadores jóvenes, de Segunda o incluso de Segunda B, con ganas de triunfar, y que se utilicen los magníficos informes que (nos consta) proporciona la secretaría técnica del club y a los que usted no hace ningún caso.

2. Económica y organizativa. Es necesaria la presencia de un ejecutivo que ponga en orden la casa, alguien con experiencia en el mundo empresarial, totalmente independiente al Real Zaragoza, y que imponga rigor, eficacia y eficiencia, y que cambie todo el organigrama interno del club.

3. Relaciones externas y comunicación. Sin duda, hay que recomponer la imagen externa del Real Zaragoza, tanto en Madrid, con la Federación, como con AFE, LFP, y hasta con el Gobierno, si me apura. Y por supuesto a nivel regional, con Ayuntamiento y DGA, así como con los medios de comunicación, tan necesarios en este proyecto. Para ello, la persona designada no puede ser otra que, probablemente, el jugador con más carisma que hemos tenido en la época moderna, alguien no nacido aquí pero que es tan aragonés o más que el que más: Andoni Cedrún.

4. Masa social. Importantísimo. Hay que mantener la unión de todos los aficionados. Si las cosas transcurren con normalidad y fluidez, este proyecto triunfará, y pronto veremos a nuestro querido Club de nuevo en los puestos altos, por supuesto de Primera. Todo con la transparencia por bandera, sin ocultar datos, con todos los números al alcance cualquier aficionado.

Y, además, sin ánimo de lucro. En el momento que convertimos un equipo de fútbol en un negocio, tenemos todas las de perder. Por ello, que el Club sea de los accionistas, que se actúe (hasta donde se pueda) como un Club, y que el único objetivo sea el bien del Real Zaragoza, por encima de personalismos.

Por ello le hago llegar mi oferta por el Real Zaragoza SAD. No me interesan ninguna de las sociedades paralelas: le doy 1 euro por sus acciones, para que sean repartidas entre todos los accionistas minoritarios en función del número de acciones que cada uno tenga. Además, creyéndonos que ha gastado --perdón, invertido-- 40 millones de euros en el Club, y teniendo una deuda de 90 millones de euros --vamos a poner que le aceptan la PAC--, usted habrá de poner los 50 millones que faltan, aunque por 25 millones también se lo aceptaría.

En caso de no aceptar mi suculenta oferta, le permito que utilice libremente cualquiera de las ideas expuestas anteriormente, porque creo que redundarán en la mejora de nuestro amado Real Zaragoza.

Esperando sus noticias, le deseo que vaya usted en paz, y como le dije en mi anterior misiva, lo más lejos posible.

¡Aúpa el Real Zaragoza!