Fue, sí, una carrera espectacular. Un GP para recordar, no solo porque fue el día en que el tricampeón Marc Márquez (Honda) dio el paso definitivo para conquistar su cuarto título mundial de MotoGP en cinco temporadas, sino porque logró un triunfo en el que, como él mismo reconoció al bajarse del podio, «he dado y he recibido; hoy había que marcar terreno». Todos los pilotos implicados en la lucha por el podio (Márquez, 24 años; Valentino Rossi, 38; Maverick Viñales, 22; Johann Zarco, 27, y Andrea Iannone, 28), tenían hambre de victoria, no solo de cajón. Por eso, cada uno de ellos tuvo un recuerdo de esa lucha entre gladiadores. Rossi se llevó marcada en su hombro izquierdo la rueda de Márquez; Marc corrió con el colín roto de un golpe de Zarco; Johann, otra marca de la rueda de Iannone…

«Todos dimos el 100%. Hubo momentos que, pensar, pensar, no pensábamos demasiado. Era atacar, atacar, atacar, porque nos jugábamos mucho», señala Márquez, camino de Kuala Lumpur. «En ese grupo había gente buenísima, agresiva y con hambre. Ahí estaba Viñales, con ganas de recuperarse y ganar; Iannone, que necesita una victoria; Zarco, que ya es el debutante del año y va como una flecha y Vale y yo, a los que nos va la marcha».

La descripción de Márquez es perfecta, pero Rossi se quejó, con su tradicional ironía, cuando dijo que le había parecido que «los chicos que suben de Moto2», en clara referencia al propio Marc, Iannone, Viñales y Zarco, «han cambiado las leyes de la pista. O, tal vez, yo me esté haciendo viejo. Son muy agresivos. Estos chicos han elevado el nivel de agresividad y, si este es el juego, vamos a jugar. Está claro que, si quiero ganarles, tendré que ser tan agresivo como ellos. No puedo ser el más estúpido».

El toque de Iannone a ‘Vale’

Al oír la palabra estúpido, Márquez comentó: «No creo que esa sea la palabra más adecuada; ha habido agresividad, pero así son las carreras. Nada más entrar en el corralito, Johann (Zarco) me ha pedido disculpas». «No niego que ha sido bonito», insistió el Doctor, «pero, seguramente, peligroso para todos porque ninguno tuvo miedo de chocar con el otro. Repito, si esta es la nueva manera de correr, estoy listo». «¡Ojito!, porque esto significa que Vale está dispuesto a todo, recordando que él también sabe pilotar así», dijo ayer Álex Crivillé.

Rossi explicó por qué usó la palabra estúpido para definir la situación. «En Italia se dice que termina delante el más ignorante, estúpido, en el sentido de que gana el que menos piensa lo que le puede pasar». Lo cierto es que Rossi esgrimió su tradicional ironía para lanzar esas críticas pero, contrariamente a episodios parecidos en el pasado, cuando era el jefe de esa tribu, no señaló o criticó a nadie en concreto.

Y eso que, al menos esta vez, tenía a quien señalar pues su compatriota Iannone le dio un golpe, le sacó de la trazada, justo en el momento que Rossi había decidido lanzar el ataque definitivo a Márquez. «Tal vez no le hubiese ganado, no, porque Márquez iba fortísimo, pero me hubiera encantado poder intentarlo y Andrea me lo impidió. Su golpe hizo que Marc se escapase definitivamente».