Mikel González abandonó ayer la enfermería del Real Zaragoza para volver a ejercitarse con normalidad junto al resto de sus compañeros. El central vasco volverá a estar disponible para Natxo de cara a la próxima cita en Santo Domingo, frente al Alcorcón. Mikel deja atrás aquella rotura de fibras que sufrió el año pasado en el encuentro que les enfrentó contra el Real Valladolid en Pucela. Tras cuatro partidos de ausencia, el conjunto aragonés podrá contar con uno de sus principales baluartes en la retaguardia.

El que se ejercitó al margen fue Simone Grippo. El central helvético no pudo finalizar con normalidad la sesión debido a un fuerte golpe que recibió en la rodilla, un percance que le obligó a bajar la carga de trabajo por precaución. El golpe no reviste gravedad y Grippo podrá estar a las órdenes de Natxo González.