El Villarreal protagonizó anoche una remontada agónica en El Madrigal ante el Málaga (2-1) que le otorga tres puntos fundamentales para seguir agarrándose a la permanencia, puesto que amplia diferencias respecto a los puestos de la quema en los que se encuentran el Real Zaragoza, el Sporting de Gijón y el Racing de Santander falta de seis jornadas para el final de la Liga, mientras que deja al Málaga cuarto por detrás del Valencia.

El partido arrancó frío, con ambos equipos acusando la presión de verse peleando por cotas a las que no acostumbran, la permanencia los castellonenses y la Champions los malacitanos. Un tanto de Cazorla, que no celebró consciente del golpe que asestaba a sus excompañeros, pudo ser mortal para el Villarreal, de no ser por la remontada que protagonizaron en la recta final del encuentro ante un Málaga que notó la expulsión de Kameni.

El problema para los pupilos de Lotina es que no plasmaron en ocasiones su superioridad. Buena prueba de ello es que únicamente por medio de un tiro de media distancia de Martinuccio rondaron el gol. Sin embargo, cuando todo hacía presagiar la victoria malaguista, un pase de Senna al corazón del área provocó que Kameni tuviera que salir a cortar la jugada, algo que únicamente hizo con la carrera de Hernán Pérez, cometiendo así una pena máxima que el propio Senna se encargó de transformar, empatando así la contienda. Una vez más, el fútbol se reservó una sorpresa a modo de epílogo, puesto que sobre el tiempo de descuento, Hernán Pérez conectó un tremendo disparo a la salida de un córner para batir a Rubén, que nada pudo hacer. El gol no sólo sirvió para culminar la remontada, sino que permite a los castellonenses agarrarse con fuerzas a la Primera División.