Los clubs aragoneses de montaña también celebran la Navidad colocando los tradicionales belenes. Los hay en las propias poblaciones, en ermitas, pueblos abandonados y en barrancos. Aunque lo más habitual es que se coloquen en las cimas de las montañas. Los más conocidos son los del Centro Excursionista Moncayo de Tarazona en la cima del Moncayo y, en la Peña Oroel, el de Mayencos.

Uno de los más antiguos es el de Montañeros de Aragón de Barbastro. Cada año sube el Belén a una cima pirenaica. «El primero se subió el 21 de diciembre de 1969 a la cima de Cotiella. Fueron seis montañeros. Les costó subir por el sur un montón de horas. Cada año fuimos subiendo de manera sucesiva a Guara, el Turbón, la Peña Montañesa, Montinier y la Punta Llerga. Pero después bajamos el listón de exigencia», explica José Masgrau, presidente de Montañeros de Aragón de Barbastro. Hoy se subirá un pico. Según las condiciones se ascenderá al Bataillance, en la cara sur del túnel de Bielsa, o al Estiba Freda, cerca de Cerler.

Reconoce que el club altoaragonés es «bastante belenista. Montamos otras dos jornadas. El próximo 18 de diciembre vamos a la Virgen de las Rocas en Güell, entre Graus y Capella. Es una ermita románica muy bonita y haremos una ruta circular de tres horas en un paraje muy singular. Pasaremos un rato bueno entre gorros de Papá Noel, turrones, polvorones y champán», explica.

El Belén más popular se celebra el 22 de diciembre, el día del sorteo de la lotería de Navidad. «Se hace desde 1969 de manera ininterrumpida. Se sube a La Peñeta y lo organiza la Asociación del Barrio del Entremuro. Se sale a las ocho y media de la tarde del barrio de San Joaquín y allí nos dan pastas y vino. Después nos ofrecen en el barrio de San Juan caldo, galletas y tortas. Una vez que llegamos a La Peñeta colocamos un Belén de hierro», afirma Masgrau.

El Centro Excursionista Moncayo sube todos los años al techo de Zaragoza desde que se fundó el club en el año 1974. «Salimos el 18 de diciembre a las nueve de la mañana del Santuario de Nuestra Señora del Moncayo. Unos años suben medio centenar de personas y otros se juntan una docena. En la cima colocamos el Belén en el monolito de hormigón que colocamos en el año 1985 por los muertos en el Moncayo. Tras el almuerzo, bajamos la montaña», explica José Luis San Vicente, secretario del club. Después se organiza una comida en el Molino de Berola, en la carretera que sube al Moncayo.

Mayencos

El Club Pirineista Mayencos, que este año ha cumplido el 60 aniversario de su fundación, monta tres belenes. Junto al Belén Regional Montañero el 18 de diciembre en Santa Cruz de la Serós, asciende hoy el Foratón en el Belén montañero y, el 17 de diciembre, el popular a la cima de la Peña Oroel. «Al Foratón irán una docena de socios desde el refugio de Lizara. La primera vez que lo hicimos fue en el año 1968 a la Collarada». La Peña Oroel está abierta a todo el mundo. «Subimos medio centenar de personas desde el Parador de Oroel. Arriba se cantan unos villancios y un diácono celebra una misa», dice Chema Tapia, vocal de montañismo.

Javier Tena, presidente del CM Pirineos, reconoce que «no es una actividad muy tradicional. Aquí hay poco cristiano y los belenes no tiran mucho». Pese a todo, el CM Pirineos montará un Belén en Grisén. «Está cerca de Alagón y habrá unas 15 personas», afirma Tena.

Montañeros de Aragón colocará su Belén en un pueblo deshabitado del valle del río Aragón. Es Bergosa, que tiene un magnífico panorama de Collarada, Lecherines y Aspe. El recorrido tendrá lugar el próximo 18 de diciembre. El desnivel acumulado de subida es de 520 metros y la distancia recorrida será de 11 kilómetros. Por último, Peña Guara elige siempre el tradicional rincón de las Gorgas de San Julián Lierta, en la vertiente sur del Pico Gratal, en mismo día de Navidad.