La utilización de azafatas como elemento ornamental y decorativo -más allá de las funciones que tienen encomendadas por organizadores, marcas o equipos- podrían tener los días contados en el Circuito de Barcelona-Catalunya, que en un mes acogerá los dos grandes premios más importantes del año, el de F-1 del próximo fin de semana y el del Mundial de motociclismo, del 9 a 11 de junio.

El grupo municipal de ICV-EUiA de Montmeló del Vallés, localidad donde está enclavado el circuito, presentó ayer una moción para instar a que se replantee la utilización de azafatas «como adorno» en las competiciones deportivas y eliminar todas las prácticas en la cuales se utiliza el cuerpo femenino «como reclamo para captar la atención del público, fomentando así los estereotipos que cosifican a las mujeres». La formación política argumenta que este tipo de acciones fomentan «la discriminación, la desigualdad y la violencia de género». Los concejales ecosocialistas están convencidos de que la propuesta se aprobará por unanimidad en el pleno del próximo 30 de mayo y que la dirección del circuito (cuyo 10% es propiedad de Montmeló) «la escuchará».

Jerez, escenario del último GP de MotoGP, también aprobó recientemente instar a Dorna a que elimine las prácticas que utilizan el cuerpo de la mujer «como adorno y reclamo». Y varias vueltas ciclistas, entre ellas la Volta, ha eliminado a las azafatas en las ceremonias de premiación.