La Asociación Española contra la Muerte Súbita reclamó en las Cortés la obligatoriedad de instalación de desfibriladores en recintos públicos y deportivos, de forma que se modifique el Decreto 229/2006, que recomienda la presencia de estos aparatos, para que sea de obligado cumplimiento». Antonio Alcaide, portavoz ayer de la organización y padre de un joven fallecido en Zaragoza por un paro cardíaco en un campo de fútbol, fue el encargado de trasmitir a los diputados esta petición. El pasado fin de semana murió un jugador de 52 años en Santa Isabel de un infarto.

El representante pidió unir esfuerzos» para que todos podamos tener la segunda oportunidad que le faltó a nuestros hijos». El dolor es igual en cualquier parte del mundo y nos puede ocurrir a cualquiera. Dejen de lado el rédito político y personal y pongan a Aragón en primera línea de cardio-protección de las personas. Dejen de ser espectadores en algo que les compete», añadió.

Además del paso de recomendación a obligación, Alcaide también reclamó en su comparecencia en las Cortés la «supresión del graduado escolar o equivalente» para poder acceder al uso, que «policía, bomberos, protección civil y cualquiera relacionado con las emergencias tenga el curso RCP-DEA» que habilita para la manipulación y que se extienda la presencia de desfibriladores a colegios, institutos y universidades, con la realización de cursos como asignatura».