Un 'ace' y un punto de servicio para conquistar una de las cuatro plazas de semifinales de Wimbledon. Garbiñe Muguruza lo celebraba con una gran sonrisa y el puño cerrado. Está donde quería y le queda un paso para repetir la final de Wimbledon del 2015. Garbiñe Muguruza se ha clasificado para las semifinales tras derrotar a la rusa Svetlana Kuznetsova por 6-3 y 6-4. La española, número 15 mundial, está consiguiendo en el All England Tennis Club sus mejores resultados de una temporada con muchos altibajos y dudas, especialmente tras perder el título de Roland Garros del año pasado. Su juego es ahora más agresivo y valiente. "Siento la necesidad de atacar", había dicho tras eliminar a la alemana Angelique Kerber, número 1 mundial. Y ante Kuznetsova lo ha vuelto a demostrar con una solidez que hace presagiar las mejores opciones.

Dominadora, implacable y resolutiva. Muguruza ha salido con las ideas muy claras de como encarar el partido ante Kuznetsova, número 8 mundial, que buscaba su primera clasificación para las semifinales después de haber sido cuarto finalista tres ocasiones, la última ya hace 10 años. El primer objetivo era conseguir el 'break' lo antes posible y lo ha confirmado en el cuarto juego que ha ganado en blanco. La española lo ha conseguido al imponer una intensidad muy alta al partido y mandar con sus golpes potentes y planos en un pulso que Kuznetsova no podía aguantar. En 32 minutos la hispanovenezolana ha resuleto la primera manga con 11 golpes ganadores y 9 errores no forzados.

UN PULSO IMPOSIBLE

En la segunda manga Muguruza ha mantenido la solidez de su juego y la concentración, sabiendo en cada momento buscar el punto débil de Kuznetsova. La rusa intentaba aguantar el pulso pero siempre cometía el último error para su desesperación hasta que ha vuelto a ceder su servicio en el quinto juego (3-2). La ventaja fue suficiente para cerrar el partido en 1 hora y 15 minutos. "He jugado un buen partido y me siento muy feliz de poder volver a jugar una semifinales aquí", ha valorado solo salir de la pista.

Muguruza se enfrentará en las semifinales este jueves a la ganadora del partido entre la estadounidense Coco Vandeweghe, número 25 mundial, o la eslovaca Magdalena Rybarikova, número 87. Dos rivales con un ránking inferior pero que en Wimbledon están mostrando un nivel muy alto.

SEGUNDA JUVENTUD DE VENUS

Igual de feliz se ha mostrado Venus Williams que, a sus 37 años, revive sus mejores actuaciones en Wimbledon para acceder a las semifinales de un torneo que ha ganado en cinco ocasiones y ha sido finalista en otras cinco. La exnúmero 1 estadounidense se ha clasificado por segundo año consecutivo para las semifinales (el año pasado cayó ante Kerber) tras imponerse a la revelación de esta temporada, la letona Jelena Ostapenko, reciente campeona de Roland Garros, por 6-3 y 7-5.

Venus Williams se ha impuesto a una jugadora que podría ser su hija, ya que le lleva 17 años. Ostapenko nació en 1997, cuando la mayor de las Williams debutaba en Wimbledon y cuando apenas había cumplido tres años la letona, la estadounidense ganó su primer torneo en Londres en el 2000 ante su compatriota Lindsay Davenport. La ventaja que podía suponer la juventud de la tenista letona antes del partido no se ha visto sobre la pista, donde Venus siempre ha llevado el mando del partido y, en el segundo set, cuando parecía que Ostapenko iba a igualarlo con una ventaja de 5-4, la estadounidense ha ganado los últimos tres juegos.