Una pantalla avisa de la revisión de una jugada mediante el VAR en el Mundial de Rusia. /GETTY

El primer Mundial de la historia con videoarbitraje depara ya unas cifras muy remarcables. Existía curiosidad por comprobar cómo afectaría la tecnología al desarrollo de los partidos. El análisis de los 36 primeros, rebasado el ecuador del torneo, refleja novedades en varios campos, como el aumento de los goles a balón parado y la reducción de los fueras de juego, pero lo más notorio se produce en dos puntos decisivos: el VAR reduce las expulsiones y ha pulverizado el récord de penaltis.

Podría argumentarse que en esas conclusiones existe también un factor de casualidad, pero es innegable que la implantación de la tecnología ha tenido consecuencias claras en la metodología de los árbitros y en el comportamiento de los jugadores, que ahora se sienten más vigilados. El VAR tiene un efecto disuario claro. El juego sucio es más fácil de cazar que antes.

Griezmann, el primero

Iniciada la tercera jornada de la fase de grupos, con 36 de los 64 encuentros disputados, se han pitado ya 20 penaltis, superando el récord total de 18 que se produjo en las ediciones de Francia-98 y Corea y Japón-2002. Quedan por delante 28 partidos para fijar una nueva marca muy alta. Hace cuatro años, por ejemplo, se pitaron 13 en todo el torneo y a estas alturas solo se habían señalado siete.

Griezmann cae en el área ante Australia en el primer penalti señalado gracias al VAR / SERGIO PÉREZ (REUTERS)

Casi la mitad de esos penaltis fueron decretados gracias a la revisión de las imágenes, como el último de este lunes fallado por Cristiano Ronaldo. Para la historia quedará el primero, que tuvo lugar en el Francia-Australia. El uruguayo Andres Cunha dejó inicialmente seguir una jugada en la que Griezmann cayó ante la entrada de Risdon. Pasados unos segundos se decantó por el penalti en una acción muy dudosa.

La exageración de Neymar

Otro momento para la historia del fútbol llegó en el Brasil-Costa Rica. En este caso le tocó el protagonismo a Neymar, que puede convertirse en un clásico de este tipo de jugadas. El árbitro holandés Kuipers señaló el punto fatídico por un ligero contacto. Comprobadas las imágenes, dio marcha atrás y dejó seguir el juego.

El árbitro Marciniak expulsa a Boateng en el encuentro entre Alemania y Suecia / FRIEDEMANN VOGEL (EFE)

Si sorprendentes son las cifras de penaltis también lo son las de las expulsiones. El germano Boateng, el colombiano Carlos La Roca Sánchez y el ruso Smolnikov son los únicos que han visto una roja. En el caso del centrocampista de la Fiorentina fue la segunda más rápida en unos mundiales. En Alemania-2006, por ejemplo, hubo 28 rojas en los 64 partidos. En Rusia solo 3 en 36. Es muy sintomático.

Odios y pasiones

Los datos corroboran un cambio, pero el VAR sigue levantando odios y pasiones según vaya la cosa. Carlos Queiroz, el seleccionador de Irán, ha sido de los más críticos al considerar que no existe un protocolo claro. "Queremos saber de una vez los criterios para juzgar una jugada. Cuando llego a casa quiero saber si mi hija está embarazada, no si está un poco embarazada. El fútbol pertenece al pueblo y hay que explicar bien las cosas", dice el técnico.

Neymar exager la caída tras un leve contacto con el costarricense / ANATOLY MALTSEV (EFE)

El más sincero fue Jordan Henderson, el centrocampista de Inglaterra, agraciada con dos penaltis ante Panamá. "Me gusta el VAR cuando decide a nuestro favor. Le da a los árbitros mayor información y se evitan injusticias. Vi el penalti que se dio a Brasil y luego el cambio de opinión del árbitro. Fue una buena decisión".