La primera de Albert Ramos o la décima de Rafael Nadal. Todo o nada sobre el tapete rojo de Montecarlo. Y el pleno, no podía ser de otra forma, se lo llevó el exnúmero 1 mundial. Jugaba en su jardín y no dejó perder la oportunidad de morder su décimo título en el Country Club al imponerse tras un recital de juego por 6-1 y 6-3. Primer 10 para una temporada en la que Nadal busca un triplete en tierra único en la historia del tenis mundial. El primer examen lo ha firmado con un sobresaliente para conquistar, además, el 29º Masters 1.000 de su carrera y batir el récord de títulos en tierra con 50, superando a Vilas.

En media hora Nadal se apuntó el primer set de la final ante un Ramos que que solo ganó un juego. El tenista de Mataró, 24 mundial y que llegaba a la final tras eliminar al número 1 Andy Murray entre otros y con 16 victorias este año sobre tierra, no encontró la fórmula de hacerle daño a Nadal y pagó la novatada de su primera final de un Masters 1.000.

Sobre la pista pronto se vio demasiada diferencia. Nadal imponía su juego sólido y le obligaba a un ritmo que Ramos no pudo seguir. La táctica, la solidez de juego y la mentalidad que le habían llevado hasta la final no fueron suficiente para plantar cara al mejor jugador de tierra de todos los tiempos.

En el segundo set se mantuvo el guion. Ramos aguantó un pequeño pulso hasta el 2-2 pero ya no tuvo más respuestas. La proeza merecía una final con más emoción y suspense pero la ausencia de Roger Federer y las prontas eliminaciones de Murray, Novak Djokovic y Stan Wawrinka, uno, dos y tres del mundo, impidieron la épica. Pero el triunfo nadie puede ponerlo en duda porque en ese escenario a Nadal solo se le ha escapado un título (en el 2013 ante Djokovic) en 11 finales jugadas en Montecarlo. «Doy gracias a la a la vida por darme esta oportunidad. Ganar 10 títulos aquí es algo que no podía ni soñar», recordó Nadal. «Hoy no gané pero el lunes, cuando empezó el torneo, no podía tampoco imaginar que estaría jugando la final ante un gran campeón como Rafa, el mejor de la historia», dijo el tenista catalán. A Rafa esta victoria le da confianza para encarar la temporada de tierra en la que opta a un triplete único: el décimo título en Barcelona y en París.