Gael Monfils, tenista número 41º del mundo, que una vez llegó a ser el sexto y dos veces cuartofinalista en el Mutua Madrid Open, no pudo evitarlo. Tras recibir una nueva lección del rey de la tierra, se rindió y le tiró una reverencia. Era el reconocimiento del francés a Rafael Nadal, ese extraterrestre del tenis sobre arcilla, que en su estreno en el Masters 1.000 de la capital de España le apartó del cuadro al vencerle por 6-3 y 6-1. Tras casi tres meses de descanso forzoso por su lesión en el psoas iliaco, el mallorquín ha renacido al entrar en la gira de tierra, que domina con raqueta de hierro. En Montecarlo y Barcelona conquistó su 11º título y en Madrid está sentando las bases para acceder al sexto, antes de afrontar sus dos últimas fronteras, el 8º en Roma (la semana que viene) y el estratosférico intento de elevar también a 11 los títulos en la catedral de Roland Garros.

Al tenista manacorense no le tiembla el pulso. Ante su coetáneo Monfils (ambos tienen 31 años) encadenó su 20ª victoria en tierra (no pierde en esa superficie desde cuartos de Roma 2017 ante el austriaco Thiem) y 48 sets consecutivos sin ceder ninguno. Es ese aspecto, el récord de John McEnroe, de 49 mangas seguidas sobre moqueta en 1984, está a tiro de piedra. Es posible que caiga hoy en los octavos ante el argentino Diego Schwartzman, verdugo de Feliciano López. Nadal será el único español en octavos: perdieron también Albert Ramos ante Pablo Cuevas (6-1, 6-7 y 6-2), Roberto Bautista con el alemán Phillipp Kohlschreiber por 6-3, 4-6 y 7-5) y Fernando Verdasco ante Leo Mayer (6-2 y 6-1). Novak Djokovic también cayó ante Kyle Edmund por 6-3, 2-6 y 6-3.