--Se puede decir que el Umacón ya tiene a su galáctico.

--No me gusta esa palabra, pero espero aportar sacrificio y sobre todo gol, que es lo que creo que más se me puede exigir.

--Con su llegada el club gana además en el factor mediático.

--Ojalá toda la repercusión mediática de mi vuelta sea beneficiosa, no solo para el equipo, sino para el club. Si eso provoca que haya patrocinadores que se interesen por nosotros, los recibiremos con los brazos abiertos. Creo que vamos a ilusionar a muchas personas.

--Tanto el club como usted han tenido que ceder en el tema económico para su regreso...

--Sí, el club ha hecho un esfuerzo importante y yo también. Tengo 33 años y ya tengo que mirar por el futuro. No es lo mismo irte a jugar a Italia que estar en tu tierra y poder ir allanándote el terreno para el día de mañana. Tenía claro que si no jugaba en Zaragoza, me iba al extranjero. Tenía ofertas de Italia e Inglaterra, pero me ha tirado más estar en mi casa que el dinero.

--El equipo sufrió por mantenerse el año pasado. ¿Cómo lo ve?

--Veo que se ha hecho una plantilla competitiva, un poquito más que la del año pasado, con la renovación de Retamar, Víctor Tejel, Edu Duato, Catela y Arturo, que son la columna vertebral, más lo que puedan aportar jugadores jóvenes como Verdejo y Anás y luego Caio y yo, que tenemos más experiencia.

--¿Cuál es el objetivo?

--Nos tenemos que preocupar primero de la permanencia y luego que la propia Liga nos vaya marcando los objetivos.

--Es una meta más humilde que la que tenía en el Inter Movistar. ¿Le afectará el cambio?

--Creo que lo voy a llevar incluso mejor que el año pasado, que luchábamos por todo pero yo no tenía la importancia en el equipo que voy a tener este año, o que me voy a intentar ganar. La temporada pasada fue complicada para mí, porque acabé sin jugar y los títulos no te saben igual. A veces es preferible ser cabeza de ratón que cola de león.

--Aunque dos goles suyos fueron clave en los dos títulos.

--Sí. Batería y yo fuimos los únicos capaces de marcar en las dos finales. En los partidos clave se me pidió una responsabilidad grande, porque sin haber jugado ningún minuto tirar dos dobles penaltis y meterlos era un buen marrón. Eso hace que te sientas un poquito más partícipe.

--¿En el arte de los dobles penaltis solo importa solo el talento?

--Es trabajo. Habré tirado 200.000 en entrenamientos. Luego hay que estudiar al portero rival, influye también el momento del partido... Eso lo entreno jugando con el portero.

--¿De pequeño ya chutaba tan fuerte como ahora?

--Sí, en el colegio le rompí el radio a un amigo en un penalti.

--En su juventud también probó suerte en el fútbol 11...

--Sí, estuve dos años en el juvenil División de Honor del Stadium Casablanca. Fue una experiencia magnífica. Jugué contra gente como Xabi Alonso o Arteta, pero se me daba bastante mejor el fútbol sala.

--Sería delantero centro...

--Que va. Era central o libre (ríe). Me aburría bastante; a partir de ahí me apeteció más hacer goles que defender.