Vuelve el héroe de la permanencia. El hombre que tuvo suficiente con tres partidos para sellar la continuidad del Nàstic en la LFP. Nano Rivas, que decidió abandonar la disciplina grana tras su épico final de la campaña pasada, volverá a coger las riendas de un equipo desorientado, con mucha calidad, pero con pocas ideas tácticas. Se acabó la aventura en el banquillo grana de Antonio Rodríguez ‘Rodri’.

Curiosidades del destino, Lluís Carreras era destituido tras el nefasto partido ante el Cádiz de la primera vuelta, 2 a 0 en el Ramón de Carranza, y Rodri no llegará a recibir al equipo gaditano en Tarragona. Cinco meses en los que el entrenador barcelonés ha cosechado 27 puntos, la mayor parte fuera de su estadio.

La afición del Nou Estadi tan solo ha visto ganar a su equipo en tres ocasiones y la derrota ante el Reus acabó de descontentar a una grada muy escéptica desde el principio con el preparador novato en la categoría.

Inestabilidad en el banquillo

El próximo inquilino del vestuario grana será el sexto entrenador del Gimnàstic de Tarragona en dos campañas, algo que no habla muy bien de la dirección deportiva de un equipo que no tiene un rumbo claro en su manera de querer interpretar el fútbol. Se ha pasado de Vicente Moreno a Juan Merino, pasando por Lluís Carreras y con el efímero, pero salvador, Nano Rivas al final de la pasada temporada.

La apuesta táctica pretendida genera muchas dudas y más cuando la entrada y salida de jugadores es alarmante durante las ventanas de fichajes. La plantilla ha experimentado cambios extraordinarios y el acople de los jugadores no es, evidentemente, lo rápido que se desea. Problemas y más problemas para un conjunto que lleva dos años en la fina línea que separa la permanencia del descenso.

Del éxtasis de casi ascender a Primera División, en el año en el que se recuperó la categoría de plata, a volver a las andadas y coquetear nuevamente con participar en la Segunda B, con los problemas económicas que eso supondría para las arcas del equipo catalán.