No le quedó más remedio que reconocer a Natxo González que en sus previsiones más optimistas tampoco figuraba la notable reacción en ese inicio de la segunda vuelta, donde el Zaragoza es el mejor con 16 puntos en 7 citas, aunque el técnico siempre mostró su convicción en que el equipo iría a más. «No esperaba llegar tan pronto a estar tan cerca de las plazas de playoff tras cómo acabamos la primera vuelta. Y sí, quizá no esperaba esta suma de puntos tan importante en estas siete jornadas», reseñó el entrenador.

El caso es que el Zaragoza es un ciclón en lo que va de segunda vuelta y hoy busca su cuarto triunfo consecutivo, algo que no logra desde que lo hizo con Ranko Popovic en la temporada 14-15. «No cambiamos el mensaje, sabemos cuál es nuestra situación y quedan muchos puntos. Nos hemos alejado de la zona caliente del descenso, pero no es el momento de dormirse y es bueno recordar de dónde venimos y las situaciones que hemos vivido. Hay que aprovechar esta inercia todo lo que podemos, porque es bonito ganar», destacó.

Se resiste Natxo a hablar de playoff como también aseguró que nunca había hablado, como hizo Zapater por ejemplo el jueves, de solo pensar en firmar primero los 50 puntos, los de la permanencia. El técnico se marca metas cercanas. «Decís que el partido es vital cada semana, por una cosa o por otra. Mi línea es la de la tranquilidad, todos sabemos que es un bonito encuentro y lo que supone si ganamos».

Supondrá dar otro paso hacia la promoción, aunque no será fácil, porque el Numancia es fuerte en casa. Muy fuerte. «Es un reto ganar ahí, en un campo donde lo han conseguido pocos (solo Granada y Nástic). El Numancia tiene buenos números de local y está entre los mejores en la clasificación de la Liga. Es un reto bonito y a ver si somos capaces de estar a la altura para ganar y dar un golpe encima de la mesa», sentenció el preparador vitoriano.

Para ello, el Zaragoza tendrá el apoyo en las gradas de Los Pajaritos de unos 2.000 aficionados: «Que vaya tanta gente es una motivación y una gran responsabilidad para estar a la altura y no fallarles. Va a ser bonito y esperamos que disfruten y vuelvan con una alegría», aseguró Natxo González, que no dio ninguna importancia a la baja de Julio Álvarez en el Numancia. «Entre las cosas que me generan insomnio no está que juegue un futbolista u otro del rival», bromeó.

LA HORA DECISIVA

Con 14 jornadas por delante, el último tercio del campeonato, el objetivo de Natxo es llegar al tramo final, a las ocho o diez últimas citas, con opciones para la zona noble: «Sí que se van decidiendo cosas ya, porque cada vez queda menos y para llegar hasta aquí hay que hacerlo bien anteriormente. El objetivo es llegar a las últimas jornadas, a las seis o a las ocho del tramo final, con posibilidades de estar entre los mejores».

El técnico, además, confía en que el Zaragoza llegue a ese momento con las pilas cargadas en lo físico, algo a lo que contribuye el reparto de minutos por las numerosas rotaciones y variaciones que hizo en la primera vuelta: «Ya dije que lo que ocurrió en la primera vuelta estaba dentro de una planificación. Actúo de esa manera porque siempre me dio resultados, aunque corría ese riesgo de que tardaran en llegar, pero creo en lo que hago. Uno de los motivos de hacerlo es que en una temporada tan larga llegar al mejor nivel físico posible a los últimos momentos de la Liga es algo decisivo», concluyó el entrenador zaragocista.