Los más tradicionales recorridos senderistas se suelen realizar en el Pirineo. Pero existen otras opciones en el invierno que son tan atractivas y recomendables. Un trayecto de gran interés es el Camino de la Estepa CR-41 que comienza en Zaragoza y acaba en el barrio rural de Torrecilla de Valmadrid. El recorrido se puede hacer a una marcha normal en unas cuatro horas. Es un trayecto bello por su singularidad. No hay una gota de agua desde el comienzo al final y es extraño contemplar el perfil de algún árbol.

No todo el mundo aprecia este paisaje áspero y duro. Son panoramas que nos transportan al desierto de Arizona o a las estepas iranís o mauritanas. Este es uno de los ecosistemas esteparios más importantes y ricos en biodiversidad de Europa. Esta zona se encuentra en la Red Natura 2000 de la Unión Europea y está reconocida como zona de especial protección para las aves como la alondra ricotí. El yeso forma un paisaje homogéneo de suaves colinas de color blanquecino cubiertas con escasa vegetación y destacan sobre una compleja red de vaguadas de fondo plano.

Hay que prever que en el punto final de la andada en Torrecilla de Valmadrid solo hay un autobús de regreso a Zaragoza los lunes y los viernes a las 9.10 y a las 19.45 horas, por lo que se tiene que preparar un medio de locomoción para el regreso. Torrecilla tan solo tiene 15 habitantes y es tan pequeño que no tiene bar.

El comienzo habitual es en la parte trasera del cementerio de Torrero. Allí el caminante ya encontrará flechas de madera que indican el comienzo del recorrido en el Camino Real de las Canteras paralelo al Ikea. Después la pista supera por dos túneles el cuarto cinturón y el tren.

De pronto, el caminante parece que ha llegado al fin del mundo en el Barranco de la Muerte. El camino es relativamente llano y se pierde en un horizonte infinito de lomas. La subida es muy tendida y poco a poco se va gozando del panorama de Zaragoza cada vez más pequeñita.

La pista-camino no tiene pérdida. La primera cuesta se supera tras una hora de marcha, es la Cuesta del Royo. Tras llegar a la parte superior ya se divisan los molinos de viento. Tras la bajada por la Cañada Real de Torrero, se llega al panel indicador que separa los caminos. El de la derecha va a María de Huerva. Tomamos el de la izquierda. Quedan unas dos horas y media para la meta.

De vez en cuando aparece una moto, un coche, un solitario atleta, aunque lo más habitual es encontrar deportistas que practican la BTT. Se superan otras dos cuestas. Queda algo menos de una hora de descenso para llegar a Torrecilla por su cementerio.