Los contratos de las grandes estrellas del fútbol, documentos en muchas ocasiones de centenares de páginas que tardan semanas o meses en negociarse y firmarse, esconden cláusulas peculiares. Muchas de ellas, relacionadas con los derechos de explotación de imagen de los jugadores, que buscan sacar provecho de cualquier filón comercial, por pequeño que sea, para sacarse jugosos sobresueldos.

Es el caso de Neymar, la estrella azulgrana, toda una marca comercial en Brasil y buena parte de Sudamérica. Y es que, según El Mundo, a partir de los documentos de Football Leaks, el brasileño habría cobrado en el 2013 un total de 50.000 dólares por estampar su firma en 600 cromos, es decir, de 77 euros por unidad. Cristiano Ronaldo también habría aprovechado el negocio del cromo para ganar 163.000 euros por firmar 1.000 unidades, lo que equivaldría a ganar 165 euros por cada firma que estampaba, 88 más que Neymar por el mismo trabajo. El excapitán del Barça Xavi Hernández habría cobrado por este concepto 37.000 euros y Michael Laudrup, 14.000.

El Atlético de Madrid habría aprovechado la venta de Sergio Agüero al Manchester City para llenarse los bolsillos con el rendimiento del jugador lejos del Vicente Calderón. Entre las múltiples cláusulas del acuerdo de traspaso se habría incluido que cada 15 goles que el delantero argentino marcara con el City, el conjunto británico tendría que pagar 250.000 euros a la entidad colchonera y otros 250.000 por cada 25 partidos disputados.

Hugo Lloris, portero francés del Tottenham, tiene asegurados unos ingresos por cada partido disputado. En su contrato con el conjunto londinense, el guardameta titular de la selección de Francia firmó cobrar una prima de 8.200 euros por cada titularidad, otra de 9.400 euros por victoria y una tercera de 4.000 por empate o derrota. Es decir, gane, empate o pierda, Lloris se marcha siempre a casa con una sonrisa en la cara.

Rafael Van der Vaart, siempre según El Mundo y Football Leaks, firmó una cláusula en su contrato con el Betis que le permite usar cualquier calzado deportivo, de cualquier marca y color, excepto el rojo. ¿El motivo? Es el color histórico del Sevilla, el eterno rival del Betis. El centrocampista holandés, de 33 años, se aseguró con esta cláusula cobrar 14 pagas mensuales de 114.428 euros.

Cuando Thiago Silva llegó al Paris SG, la familia real de Qatar, dueña del club, insistió en pagarle los 2,5 millones de impuestos atrasados con el fisco italiano (el central brasileño llegaba del Milan). Además, quiso compensar la pérdida de ingresos por su acuerdo de patrocinio con Nike, que pagaba menos en Francia que en Italia. Todo aparte de los 8 millones anuales de salario.