El domingo se cumplió uno de los vaticinios que Luis Guil hizo antes de viajar a Murcia. Habló el técnico de que a Henk Norel le había pesado la responsabilidad después de la destitución de Andreu Casadevall, de que el bajón en su rendimiento era una cuestión más mental que física y de que le había visto trabajar tan bien esa última semana que estaba convencido de que su rendimiento iba a ser óptimo en los últimos partidos. No se equivocó Guil: en Murcia se vio al mejor Norel de la temporada.

Fue la referencia más clara en el oscuro ataque aragonés. La vía por la que el Tecnyconta encontró una y otra vez la canasta rival antes de que apareciera el acierto exterior. La conexión del capitán con Tomás Bellas y Juskevicius, los mejores del perímetro, fue precisa y hasta preciosa en algunas acciones y Norel pudo recuperar así el protagonismo perdido en las últimas semanas.

Los números corroboran las sensaciones. El holandés fue el mejor del equipo con 21 puntos, 4 rebotes, 4 mates, 2 tapones y 30 de valoración. Estuvo, además, prácticamente inmaculado en sus lanzamientos. Hizo un pletórico 9/9 en tiros de dos y tan solo erró un tiro libre (3/4) en 30 minutos de juego. Esta campaña solo había alcanzado esos guarismos en una ocasión. Frente al Manresa hizo también 21 puntos (9/10 en tiros de dos y 3/5 en libres), capturó 2 rebotes y sumó 30 de valoración. De hecho acabó la jornada 31 como el tercer mejor anotador de la competición y el segundo en valoración solo por detrás del MVP Dubljevic (38).

Bellas, mejor asistente

También recuperó sensaciones y números Tomás Bellas. Mucho mejor físicamente que semanas atrás, hizo un gran trabajo frente a otro base intenso y peligrosísimo como Facu Campazzo y terminó incluido en el quinteto de los mejores de la jornada como el máximo asistente con 8 pases que terminaron convirtiéndose en puntos. Muchos de ellos tuvieron como destinatario a Henk Norel, que volvió a ser la referencia perdida del equipo. El capitán, el más veterano de la plantilla, solía ser el núcleo en torno al que giraba el ataque aragonés, un rol que había cambiado las últimas semanas.

En Murcia fue protagonista de nuevo y dispuso de media hora de juego, convirtiéndose además en el mejor del juego interior del Tecnyconta en una jornada en la que Fotu y Jelovac estuvieron por debajo de sus números habituales. Y en la que Kraljevic continuó sin tener minutos de juego. El equipo debe encontrar el equilibrio entre la mejora que persigue en el acierto exterior y el juego con sus pívots, posición en la que tiene a tres jugadores con capacidad de producción ofensiva. En Murcia Norel se quitó el peso de encima del que hablaba su entrenador y el equipo se dio cuenta de que puede seguir contando con el holandés. El Tecnyconta va a necesitar todas las aportaciones posibles si quiere ganar dos de los tres partidos que quedan.