El colegio Marianistas Bajo Aragón ha comenzado una nueva etapa. Manuel Benito Gimeno, el que fue durante once años el responsable de la Asociación Deportiva Bajo Aragón, fue nombrado nuevo director del colegio ubicado en el barrio de San José. Fue un ciclo fructífero. Ahora coge el bastón de mando del deporte el navarro Javier Izurzu.

Este técnico llevará una línea continuista en la labor llevada a cabo por Manuel Benito. "Su trabajo ha sido muy bueno con la Asociación Deportiva. Está consolidada y tenemos bastantes chavales. Quiero seguir con la misma inercia. El objetivo educativo lo tenemos siempre presente desde que entran los niños hasta que salen con 16 años. Somos un colegio con un ideario y con una serie de valores e intentamos que en el deporte se transmitan. Queremos que los entrenadores sean formadores. A nivel competitivo se depende de las posibilidades de cada equipo. Hasta cadete es baloncesto de formación y no nos obsesionamos con ganar", indica Izurzu.

Izurzu no es nuevo en este colegio zaragozano. Lleva trabajando en él desde hace diez años como profesor de Educación Física y Música y siendo entrenador de baloncesto trece temporadas. "Todavía soy un jugador en activo. Estoy en un equipo de segunda aragonesa, que es el Antiguo Boscos. Juego de alero, pero hace años en el Bajo Aragón lo hacia de pívot. También jugué desde pequeñito en la cantera del antiguo CAI", dice.

Hasta el año pasado se practicaban el fútbol sala, el baloncesto y el patinaje. Este curso se ha introducido el atletismo. "Lo lleva el religioso Borja Vichet. Le eché el guante y aceptó el reto. Tenemos 20 chavales de Primero y Segundo de Secundaria". Izurzu quiere introducir algunas novedades. "Aparte de la idea del atletismo, queremos hacer algo más popular. Involucrar a los padres y a los chavales y hacer un club de running en plan familiar. A más largo plazo me gustaría plantear un club de montaña para hacer excursiones".

La sección de baloncesto cuenta sólo con jugadores en la categoría femenina. Son 115 integradas en diez equipos. "Tenemos bastantes conjuntos, pero la pena es que son sólo femeninos. Cuesta muchísimo atraer a los niños. Somos un colegio de dos vías, el fútbol tiene mucho tirón y necesitas ocho chicos para montar un equipo. Estamos encantados con las chicas porque la aceptación es muy buena", afirma Izurzu.

Es clave en el éxito el buen ambiente y el grupo de entrenadores. "Estamos muy contentos con el grupo de técnicos que tenemos. Se crea un ambiente de cercanía los sábados por la mañana con los padres. Hace años apostamos por la continuidad en los equipos. Cuando las niñas acaban su etapa en el colegio, siguen en un equipo juvenil que está en Segunda Aragonesa. Tenemos un equipo de Primera con exalumnas. También están involucradas como entrenadoras", recuerda Javier Izurzu.

Pabellón

La gran ilusión desde hace muchos años para el Bajo Aragón sería contar con un pabellón cubierto. "Tenemos un cobertizo que nos salva de la lluvia. Pero los inviernos son duros. El pabellón daría más calidad a la enseñanza. Tenemos dos canchas de fútbol sala y tres de minibásquet". Se empieza a jugar desde Primero de Primaria a los seis años. "A partir de alevines se entrenan una hora y media tres días a la semana. Se hace predeporte desde infantil con ejercicios más globales, psicomotricidad y predeporte. Tenemos desde cero a dos años un servicio de guardería. Los niños se licencian a los 16 años en Cuarto de ESO. Este año el equipo cadete nivel B las chicas no van mal", dice Izurzu.

Las jornadas grandes llegan con las Olimpiadas Marianistas. "Se organizan todas las Navidades en un colegio de España. El año pasado nos tocó organizarlo y fue espectacular. Movilizamos 300 voluntarios, 2.000 deportistas, 3.000 familias y es el torneo escolar más grande de España. Se juega fútbol sala, fútbol 7, baloncesto, voleibol, balonmano, atletismo, ajedrez y, alguna vez, natación", cierra Izurzu.