En el año olímpico llegan nuevos tiempos para la Federación Aragonesa de Deportes de Invierno. Desde el pasado mes de julio dejó la presidencia Jesús Gericó y le sucedió en el cargo un oscense de Peña Guara. Es José Ricardo Abad, que asumió la batuta de manera temporal hasta que se celebren elecciones el año que viene. «Serán la próxima primavera. No tengo afán de ocupar el sillón. Animo a que se presenten candidatos y tendrán todo nuestro apoyo. Si hay alguien que se anime, yo no me presentaré», afirma José Ricardo Abad, cuyo vicepresidente es Hugo Puigdefábregas.

Fue May Peus, el presidente de la Federación Española, el que le animó a que el altoaragonés ocupara el cargo. «La Federación Aragonesa estaba totalmente abandonada. Las tres patas de la nieve en España son Andalucía, Cataluña y Aragón y nosotros no teníamos el listón muy alto. A partir de ahora el éxito de la territorial no será mío, sino el de todo mi equipo», reconoce Abad.

El gran problema que ha tenido que lidiar el dirigente es el económico. «Hemos encontrado una situación económica muy grave, con una deuda de 50.000 euros. Hay que reconocer que tiene valor coger una entidad con ilusión y con ganas, con cero euros de remuneración. Pero Jesús Gericó no supo coger el toro por los cuernos», afirma.

José Ricardo Abad lleva toda la vida vinculado con la nieve. «Me metió el veneno en el cuerpo mi padre. Fue el primer oscense en subir el Mont Blanc hace 80 años. Como esquiador fui del montón y llegué a ganar el Campeonato de España de veteranos». En el mundillo deportivo se le conoce con el sobrenombre de Jorri. «Viene de José Ricardo y es el nombre de guerra que me pusieron mis amigos». Abad tenía una tienda de deportes de invierno en Huesca hasta que trasladó su negocio hace cuatro años a Jaca. Sus hijos también están vinculados con la nieve. «Pelayo es entrenador de esquí, Lucas ha practicado el esquí y Celia está en el Centro de Tecnificación (CETDI)», explica.

Curso olímpico

El año que viene la ciudad de Pyeongchang albergará los Juegos Olímpicos de invierno. Aragón cuenta con varias opciones de competir en la localidad asiática. «Martí Vigo casi seguro que será olímpico en esquí de fondo y será nuestra principal baza. También tiene opciones Alba Puigdefábregas en la misma especialidad y no hay que descartar a Inda Garin en esquí alpino. El corte será a finales de diciembre». Abad reconoce que los deportistas irán ahora con otra filosofía a la gran cita de cada cuatro años. «Hay una cultura nueva que es la de competir y no solo participar. Los tiempos van cambiando y antes era un premio. Los Juegos son una cosa muy seria», apunta.

Tras la llegada a la presidencia de José Ricardo Abad la gran prioridad ha sido «recuperar la confianza de los clubs y los deportistas, porque los clubs nos ven como algo lejano. En Huesca vivimos del turismo y hay poca cultura de la competición. Tenemos que convencer a las estaciones de esquí de que la competición es buena y para ser punteros en Europa hay que organizar competiciones. Parte del presupuesto se gasta en que los chavales del CETDI se vayan a esquiar a Cataluña. He tenido conversaciones con las estaciones del grupo Aramón. Hay poca cultura competitiva y cuesta mentalizarse. Hay que convencerles de que es una oportunidad que los aragoneses de élite esquíen en sus pistas».

Después de muchos años el sueño olímpico se ha desvanecido definitivamente para Aragón. Abad reconoce que hay que vivir con los pies en el suelo. «Organizar unos Juegos cuesta muchísimo y no son una prioridad. Hay cosas más importantes. Por ejemplo, es una pena no tener una prueba FIS. En el invierno del 2019 organizaremos los Juegos del Pirineo desde la austeridad. Por otro lado, las pistas se pueden ocupar para entrenarse los esquiadores de élite de lunes a viernes», dice Abad.

El oscensequiere que el esquí deje de tener la etiqueta de deporte elitista. «Hay que conseguir que vayan al CETDI los mejores y no solo los que lo pueden pagar. Es un centro austero. Damos importancia a la competición y la educación, pero somos los mejores de España en la parte educativa», concluye Abad.