Nueve han sido los ultras detenidos por la policía francesa con motivo de la invasión y amenazas a los jugadores del Lille el pasado fin de semana en el estadio Pierre-Mauroy. Ocho hombres y una mujer han sido puestos bajo custodia alrededor de las 6 de la mañana de este jueves por parte de la seguridad urbana de Lille. Además, las fuerzas del orden francés han emitido un comunicado en el que exponen y rechazan "la incitación al odio o la violencia durante un evento deportivo", en relación a la investigación sobre la invasión de campo por parte de los radicales del conjunto francés.

La situación deportiva del Lille no es nada buena. Actualmente ocupa el puesto número 19 y se encuentran a un punto de la salvación. Pero los ultras no aguantan más la situación y se demostró el pasado sábado, invadiendo el terreno de juego e intentando atacar a los jugadores. Los fanáticos mostraron su enfado con los jugadores advirtiéndoles de que "si bajamos, caemos todos".

El comité disciplinario, reunido

Este jueves se reúne el comité disciplinario para decidir sobre las sanciones contra el club del norte de Francia, que podría ser reconocido como responsable por la violación en la seguridad del partido. "Esto es inaceptable. La idea es que no veamos más ese comportamiento", ha espetado Laura Flessel, ministra de Deportes.

Estos episodios no han sido los únicos actos violentos y desagradables que se han vivido el pasado fin de semana en el fútbol internacional. En la Premier League, un grupo de ultras del West Ham ingresaron al campo de juego durante el encuentro del club londinense ante el Burnley e intentaron agredir a los futbolistas. El partido tuvo que ser interrumpido durante varios minutos, y tuvieron que ser los propios jugadores 'Hammers' quienes sacaran del campo a los radicales ya que ningún efectivo de seguridad se acercó para controlar la situación. Además, un grupo de hinchas londinenses protestaron a la directiva pidiendo la renuncia del presidente David Sullivan por la situación deportiva del club.

Por otro lado, ultras del Hamburgo alemán amenazaron el domingo a sus futbolistas hincando en el terreno de entrenamiento once cruces y lanzando mensajes intimidatorios como el de "ha llegado vuestra hora. No podéis escapar".

Estos sucesos ponen en alerta al fútbol y escenifican la libertad con la que se mueven diversos grupos ultras bajo el argumento de que "son los únicos que animan y alientan al equipo". Ultras, que al fin y al cabo, ensucian la imagen de fútbol.