Una vez terminada la temporada en la pista continúa el trabajo en los despachos en el Balonmano Aragón. Los problemas económicos siguen siendo la principal preocupación del club, que todavía debe cumplir con una serie de pagos que ha tenido que retrasar esta temporada a pesar de aligerar cargas económicas al ofrecer la carta de libertad a la plantilla a mitad de curso, mientras en junio le espera el primer plazo del convenio del concurso de acreedores al que se sometió la campaña pasada y en el que reconoció una deuda de 1.400.000 euros a pagar en cinco años.

Más allá de eso, el objetivo del club que preside Óscar Mainer es continuar en la élite, aunque ya tiene asumido que será con un equipo totalmente amateur, con un presupuesto muy reducido y una plantilla formada por los jugadores de la casa más los que quieran quedarse sin importarles la ficha. Mariano Ortega también cuenta con un ofrecimiento para continuar. De momento, el equipo tendrá dos bajas seguras, la de Demetrio Lozano por retirada y la de Jorge Gómez, que jugará la Champions en el Naturhouse La Rioja.

Antes de pensar en la temporada que viene, el club aragonés necesita todavía 200.000 euros para poder cumplir el presupuesto de ésta y, con él, poder hacer frente a todos los pagos que han quedado pendientes. Una cantidad que espera percibir por parte de las administraciones públicas, que todavía no han firmado las subvenciones del 2014. Todos los clubs de élite de la comunidad están a la espera de que el Gobierno de Aragón formalice los convenios para poder ir ingresando los primeros pagos de esas subvenciones, ya que el compromiso del Ejecutivo es hacerlo a trimestres vencidos.

En el caso del BM Aragón la cantidad asignada para el 2014 son 380.000 euros por lo que, si el 30 de junio la DGA cumpliera con su compromiso de abonar la mitad (190.000 euros), la entidad zaragozana podría ponerse al día con las nóminas y pagos de esta temporada. Otra cuestión diferente sería cómo hacer frente al primer pago del convenio que acordó con sus acreedores en el concurso. En principio no hay previsión de ingresos para eso, lo que pondría en riesgo la continuidad del club. Una denuncia por incumplimiento de cualquiera de los acreedores ante el juzgado supondría la liquidación de la entidad pero, al mismo tiempo, impediría que ninguno de esos acreedores pudieran cobrar nada de lo que se les adeuda.