El camino hacia el primer título en el Europeo de balonmano parece escrito para los Hispanos. Cuartos en el 2013, bronce en el 2014 y plata hace dos años, Zagreb parece el escenario propicio para completar esa progresión y colgarse por fin un oro esquivo. Tras dejar en la cuneta al campeón de Europa (Alemania) y al del mundo (Francia), España eludió la trilogía de campeones al caer Dinamarca en la segunda semifinal ante una Suecia que no se lo pondrá nada fácil esta noche al conjunto de Jordi Ribera (20.30 horas. TVE-1).

La final del Europeo es un escenario conocido para ambos. Nadie puede presumir de haber jugado tantas veces (4) el duelo decisivo, pero mientras Suecia cuenta por victorias sus apariciones (aunque de la última hace ya 16 años, es la selección más laureada en este torneo), los Hispanos se quedaron con la miel en los labios en todas las ocasiones en que alcanzaron el último partido, 1996, 1998, 2006 y 2016.

Trayectorias tan dispares como el juego de ambos equipos. Mientras España trata de pausar sus ataques y combinar en busca del lanzamiento definitivo, los escandinavos apuestan por defender, correr y tirar. «Tenemos claro que Suecia nos va a correr desde el principio para intentar aprovechar los problemas que hemos tenido con los cambios ataque-defensa, pero ya supimos solucionarlo en semifinales ante Francia, otro equipo que también corre muchísimo», analizó el seleccionador español, Jordi Ribera.

La defensa, liderada por Viran Morros y Gedeón Guardiola, es el principal factor que ha llevado a España a esta final. El mejor ejemplo fueron los escasos 9 goles encajados ante Francia en la primera mitad en semifinales. La portería también resultó clave. Rodrigo Corrales ha logrado que no se eche de menos a Pérez de Vargas, lesionado contra Alemania, y su sustituto, Arpad Sterbik, desquició a los galos al detener tres penaltis.

FORTALEZA MENTAL / Un trabajo coral que enorgullece a Ribera. «Los equipos que han llegado hasta el final son equipos de conjunto. Las selecciones que han tenido líderes muy destacados no están aquí. Suecia es un equipo muy bien construido», valora el técnico. Para Joan Cañellas, una de las claves suecas es la portería: «Tienen un equipo increíble y grandes porteros. Da igual si juega Palicka o Appelgren, ambos pueden firmar un 40 o un 50% de paradas. Espero que no tengan su noche», analizó el central.

La fortaleza mental une nuevamente a los dos finalistas. Si España estuvo contra las cuerdas tras la derrota ante Eslovenia, Suecia empezó el torneo perdiendo con Islandia, estrenó la segunda fase de igual manera ante Francia y pasó a semifinales gracias a una carambola pese a perder contra Noruega. «Los equipos que pasan dificultades llegan al final más fortalecidos. La fortaleza mental es fundamental en este tipo de partidos», resume Ribera.

Tras el desplome en la final de hace dos años contra Alemania, los Hispanos esperan disfrutar el duelo. «Estamos aquí por méritos propios, nadie nos ha regalado nada. Ahora toca disfrutar como en los dos últimos partidos y, sobre todo, tratar de ganar», arenga el seleccionador. «No nos hacemos ilusiones. Hubo muchas emociones contra Francia, pero hay que tener la cabeza fría, centrarse en este partido y olvidarse de las finales perdidas en el pasado», sentenció el extremo Valero Rivera.

Además del oro, hay también en juego un billete directo para el Mundial de Alemania y Dinamarca en el 2019, pero solo lo conseguirá el ganador. España ya sabe que si es plata su rival por estar en la siguiente cita de selecciones será Holanda en una eliminatoria que se disputaría el próximo mes de junio, con la ida en los Países Bajos y la vuelta en España. Los nueve ganadores de las eliminatorias europeas se unirían a Alemania y Dinamarca, que tienen un puesto asegurado como anfitriones, así como a Francia, la vigente campeona mundial, y al ganador del Europeo de Croacia 2018. España busca su premio doble.