El local pasa desapercibido. Esta en la calle Río Huerva, 15, en pleno centro de Zaragoza y a solo cinco minutos del Parque José Antonio Labordeta. Allí se encuentra desde hace 14 años la sede del Club El Tablón Desplomado. Cuenta con tres estancias. En la primera está el recibidor. A la izquierda, las 80 taquillas azules pertenecientes a los 80 escaladores. A la derecha, una pequeña biblioteca de montaña, una nevera, un lavavajillas, una mesa alargada u tres sillones.

El local está aprovechado hasta el último milímetro. Tras superar a la derecha el baño con la ducha se llega a al estancia noble. Es una enorme sala con gran cantidad de vías desplomadas y en las que se han insertado hasta 6.000 presas de diferentes tamaños y tonalidades. Al fondo a la izquierda hay una escalerita por la que se desciende hasta el gimnasio. Se trata de uno de los rocódromos interiores más concurridos de Zaragoza junto a la Caverna, ubicada en La Almozara, los Mallos, en las Delicias, y las instalaciones interiores de Montañeros de Aragón y San Jorge.

Esta instalación ya tiene solera. La crearon varios entusiastas que venían del club Montañeros de Aragón. Entre ellos estaban Javier Pérez, actual presidente e Iñaki Pelegrín, el tesorero y voz cantante del club, Fernanda López y Julián Hernández. "Entrenábamos allí muy a gusto, pero había muchos practicantes. Pero nos propusimos buscar un local más amplio para dedicarlo a nuestra gran pasión, que es la escalada", dice Pelegrín.

Los inicios

Buscaron un local cerca de la zona donde residían. El primer año se apuntaron 14 escaladores. "Estamos muy a gusto en una zona muy tranquila y la cercanía del Parque Grande es un tanto a favor. Lo primero que hicimos fue construir el espíritu del local y montamos el primer panel en el fondo de la sala. Es una asociación sin ánimo de lucro. Antes creamos el Club El Tablón Desplomado y suscribimos el contrato de alquiler. Cada uno pusimos una pequeña fianza que se te devuelve el día que abandonas el local", indica Pelegrín.

Todo lo que se ha hecho hasta ahora en el local es gracias a las mensualidades que han ido poniendo los socios a lo largo de los años. "Los socios del Panel lo sienten como suyo. El tercer año ya se apuntaron 30 escaladores. Vimos que no había problemas de masificación y que se entrenaba muy a gusto. Ahora estamos en el máximo, que son 80 escaladores y que lo marcan el número de taquillas". El rocódromo ha sido un éxito total. Prueba de ello es que hay una larga lista de espera para hacerse socio.

La sala principal tiene forma de U y 250 metros cuadrados de superficie. "Los paneles son de conglomerado de madera para escaladores de nivel medio o bajo y para que disfrute un deportista extremo. Hemos seguido la evolución de los entrenamientos de la escalada y por eso después construimos el gimnasio. Y para mejorar la fuerza en los dedos se hizo un campus", asegura.

Los socios van acudiendo entre semana a escalar al local. "Cada uno tiene su llave y viene a entrenarse a la hora que quiere. Los horarios han evolucionado con la edad de los socios. Antes veníamos mucho por las tardes, pero las responsabilidades familiares hacen que se venga al mediodía, tras recoger a los niños del cole. También los hay que vienen por la noche". El fin de semana estos apasionados viajan hasta la roca natural. "Acudimos a Morata, Vadiello, Riglos, que es una zona de referencia mundial, Rodellar y más al norte el Pirineo. Si los americanos tuvieran nuestra naturaleza, harían maravillas", dice.

Uno de los socios del club es Carlos Pauner y gente de la élite, como Enrique Mur, Enrique Gracia, Óscar Carnicer, Javier Serrano o Esteban Barrera... El Tablón tiene pocas chicas. "Nos gustaría que hubiera más. Pero las pocas que hay están muy fuertes. De todas maneras, notamos que entran nuevas generaciones de chicas escaladoras". Para hacerse socio de El Tablón Desplomado hay que pagar una fianza de 180 euros. "También se da una mensualidad de 20 euros y cada uno lo paga como quiere. Solo pedimos que al final del año esté todo pagado. Cada uno lo da como le venga mejor", apunta.