No es feliz Cristiano Ronaldo en el nuevo San Mamés, donde hoy (16.00 horas) rendirá su cuarta visita con la intención de inaugurar su registro goleador. En los tres encuentros que ha disputado en ese campo, el astro portugués no solo no vio portería, sino que en el primero de ellos acabó expulsado. Un empate, una derrota y un triunfo es el bagaje del jugador madridista, que es consciente de que buena parte de la Liga pasa por lo que su equipo haga ante los pupilos de Valverde, que acumulan 19 partidos sin perder en casa.

Otra visita ingrata a un campo especialmente hostil con Cristiano, a quien los aficionados del Athletic no le perdonan sus desplantes y sus intentos de acaparar todo el protagonismo, lo que le ha llevado en alguna ocasión a terminar desquiciado. Le sucedió en su primera vista, en la temporada 13-14, el 2 de febrero del 2014. Su equipo empató (1-1), Ronaldo no marcó y acabó tan desesperado que vio la roja en el minuto 75. Había pedido penalti y Gurpegi le dio un leve empujón, al que Ronaldo contestó con un manotazo y un agarrón del pelo. Inmediatamente apareció Iturraspe, con el que Cristiano se encaró. Ayza le mostró la roja.

Ahora, el equipo de Zidane vuelve a encomendarse al portugués, que lleva 14 goles en las últimas 13 jornadas. «Será un partido muy difícil en un campo caliente. Vamos a sufrir. No sé si puede valer una Liga, pero sí sé que son tres puntos muy valiosos», dijo Zidane.