El Mirandés marca el segundo amistoso de entidad para el Real Zaragoza de Natxo González, que empató (1-1) ante la UD Logronés, otro equipo de Segunda División B. del mismo grupo, el II, aunque el conjunto burgalés, recién descendido de la categoría de plata, supone un enemigo de mayor enjundia, con un potencial superior. El partido, que dará comienzo en Anduva a las 19.30 horas (Aragón TV), buscará potenciar las buenas sensaciones como bloque que dio el Zaragoza en Las Gaunas en la primera mitad y tratar de evitar, o al menos reducir, el claro bajón que mostró tras el descanso.

La pretemporada zaragocista ya está a punto de concluir su tercera semana y el amistoso en Miranda de Ebro debe marcar nuevos avances en las ideas de Natxo González, muy preocupado en que el equipo asuma sus intenciones como bloque y asimile engranajes defensivos, que sí se ven en el juego, donde el equipo ya mostró claros automatismos en Las Gaunas, pero que faltan, por ejemplo, en la defensa de la estrategia, donde hay puntos por pulir y el técnico vitoriano hace mucho hincapié en ellos. La faceta ofensiva, asegura Natxo, le preocupa menos, pero también será importante que al Zaragoza se le vea mayor fluidez.

Cuenta con todos los jugadores disponibles Natxo González para este amistoso, porque Xumetra se recuperó de sus molestias y ya entrenó ayer por la tarde con normalidad, mientras que Guti continúa siendo uno más en la dinámica del primer equipo, pese a su condición de jugador del filial, una clara señal de que al técnico le gusta el canterano. No estarán, eso sí, los jugadores que no cuentan para el técnico y el club, Edu Bedia, Barrera y el meta Irureta, como tampoco Lanzarote, que ni se ha calzado las botas en esta pretemporada a la espera de un destino.

CON PABLO Y SEBA

Enfrente está el Mirandés entrenado por Pablo Alfaro y en el que las directrices las marca Jesús Seba, director deportivo. Dos exzaragocistas que van a intentar que el conjunto burgalés recupere su plaza en la categoría de plata que perdió en junio tras 5 años en Segunda.

Como no podía ser de otra manera tras el descenso a la categoría de bronce, el Mirandés ha llevado una tremenda revolución en su plantilla, en la que solo siguen tres jugadores, el guardameta Sergio Pérez, Kijera y Rúper. El club ha hecho un total de 9 incoporaciones hasta el momento, por lo que hoy solo cuenta con 12 jugadores para afrontar este amistoso ante el Zaragoza. El resto serán canteranos. Entre los muchos jugadores que se han ido del Mirandés están Eguaras y Oyarzun, ambos ya en el Zaragoza. El primero llegó tras acabar su contrato en el club rojillo y el segundo después de rescindir su vínculo con la Real Soviedad, que lo había cedido en el Mirandés la última temporada y media.

Con todo, el presupuesto de la entidad burgalesa rondará los casi 3 millones de euros, porque el superávit de estos años y la ayuda al descenso así lo permiten. Así, el único objetivo es subir y el club ya cuenta con unos 3.000 socios para apoyar al equipo. Hoy, con el verano y el fin de semana de por medio, ni de lejos se espera esa entrada, aunque seguro que habrá más afluencia que en el Logroñés-Zaragoza. El Mirandés, en sus dos amistosos hasta ahora, empató con el Huarte (0-0) y cayó con el Alavés (3-0).

Tras este partido, al Zaragoza le quedará jugar ante el Villarreal B (2 de agosto), Levante (5) y Eibar (día 12 en el Trofeo Carlos Lapetra) antes de comenzar la Liga el viernes 18 en Tenerife.