Paco Herrera se vio obligado a suspender el entrenamiento que la plantilla del Real Zaragoza estaba realizando ayer por la tarde en la Ciudad Deportiva tras los incidentes que se produjeron entre un amigo de Antonio Galdeano Apoño y un grupo de seguidores del Ligallo Fondo Norte. En un momento de la sesión preparatoria, estos últimos empezaron a insultar y a lanzar ofensas contra el centrocampista y entonces fueron recriminados por el amigo del futbolista, que inicialmente se pensó que era su hermano Juanillo. En el entrenamiento vespertino del viernes miembros del Ligallo ya habían hecho algunos comentarios ofenicos hacia el futbolista andaluz.

De la recriminación del amigo de Apoño se pasó a la agresión por parte de un componente del Ligallo Fondo Norte. Dicho seguidor se abalanzó sobre él y el amigo del futbolista cayó rodando por una de las gradas de los campos de la Ciudad Deportiva mientras otro miembro del Ligallo le propinaba una patada. Apoño salió en ese momento en defensa de su amigo y se subió a la valla cercana a las gradas para insultar a los agresores e incitarles a que lo dejarán en paz. En las imágenes captadas por Aragón TV se observa que casi a la vez un miembro del cuerpo técnico del Zaragoza se eleva agarrado a la valla y lanza un puñetazo, pero no acierta a golpear a nadie y el que recibe un impacto en la cara es él.

La pelea no fue a más gracias a la rápida intervención de Rubén Ramos, jefe de prensa del Real Zaragoza; el consejero Cuartero y Moisés, nuevo secretario técnico del club aragonés, que estaban presenciando el entrenamiento. También subieron a las gradas a intentar apaciguar los ánimos Movilla y Javi Paredes. Tras los incidentes, Paco Herrera, que antes de ellos y viendo como los miembros del Ligallo insultaban a Apoño trato de que el futbolista no entrara al trapo, decidió suspender la sesión. El centrocampista fue el primero en abandonar la Ciudad Deportiva tras pasar por la ducha.