Terminó el partido en Los Pajaritos y todo el zaragocismo allí presente, algo más de 2.000 seguidores para que el estadio del Numancia registrara la mejor entrada de la temporada, coreó las consignas del ascenso. El «Volveremos a Primera», el «Sí se puede» o el «Que sí, joder, que vamos a ascender», sin ir más lejos. Y no faltó, claro, el himno. Este Zaragoza que es un cohete permite que los pajaritos que pueda tener la afición con respecto al deseado retorno a la élite estén más que justificados. La grada, que se dejó sentir mucho más que los aficionados del Numancia durante el partido, despidió a sus héroes cuando estos los fueron a saludar con una sonora ovación, con jugadores e hinchada aplaudiéndose mutuamente. Sí, esto es cosa de todos.

Pero el zaragocismo, tan huérfano de alegrías en los últimos tiempos, quería más. «Natxo, sácalos», se empezó a escuchar con los jugadores ya en el vestuario tras una procesión de abrazos y palmadas de toda la delegación del club zaragocista en Soria. Imágenes y sonrisas con sabor a triunfo vital, a un golpe clave para pensar que el ascenso, aunque sea por la vía de la promoción, no es una quimera como parecía hace solo un mes. Está ahí, cerca, para un equipo lanzado en esta segunda vuelta y con una afición que es su mejor aval en ese caminar. Es un binomio formidable.

Y los héroes salieron otra vez, algunos ya en chanclas, para dar de nuevo las gracias a su gente, para escuchar que los suyos creen igual que ellos lo hacen, que los zaragocistas les apoyaron en las malas y que ahora soplan fuerte cuando vienen bien dadas.

El día terminó de la mejor forma en Soria, porque no hay mejor hermamiento que el que acaba con victoria, lo que no era muy frecuente para el Zaragoza por estos parajes. El buen ambiente se palpó por las calles desde las doce del mediodía, cuando los autobuses zaragocistas empezaron a llegar a la ciudad. El epicentro de las peñas, con un viaje organizado de 8 autobuses y 56 agrupaciones representadas, estuvo en el Café Moderno, en la sede de la Peña Zaragocista Fuerza Baturra, pero desde ahí los peñistas y el resto de seguidores se mezclaron por Soria con los aficionados del Numancia recuperando un buen ambiente que el curso pasado tuvo un paréntesis por el distanciamiento entre los clubs por la actitud del Numancia con respecto a la posición de LaLiga con el convenio de acreedores de la SAD zaragocista. Ese distanciamiento se mantiene aunque se guardan las formas y ayer en la comida de directivas estuvieron Christian Lapetra y Paco Checa, presidente y secretario general, como representación, mientras que al partido también asistió Luis Carlos Cuartero, director general.

El epicentro de la fiesta

La zona más animada antes del partido estuvo en la Plaza Mayor, con llenazo en el Restaurante Castellano y muchos cánticos y voces de ánimo que se mezclaban con las cuentas sobre la importancia de ganar en Soria y el calendario futuro, con Lorca, Osasuna y Sevilla Atlético en el horizonte. Esas cuentas salieron redondas al final.

En el estadio, la afición zaragocista se repartió entre el Fondo Sur y la Tribuna Central, aunque hubo un pequeño sector también en la Tribuna Preferente. La lluvia, que respetó el vermú en las calles sorianas, torrezno incluido, por supuesto, sí tuvo tímida presencia poco antes del partido y al principio y al final del mismo. Para el zaragocismo, sin embargo, solo hubo sol, el de la felicidad.