Fue la noche de LeBron James, que superó el duelo ante Lonzo Ball con una exhibición de las que le gustan. El padre del joven base de Los Lakes había dicho en la previa que su hijo superará a todas las estrellas de la NBA, que será mejor que ellas. Y LeBron le contestó con un partido a la altura de muy pocos.

Su juego fue espectacular. Sus números todavía mejor. Logró su triple-doble número 59 como profesional después de anotar 28 puntos, lograr 12 rebotes y dar 12 asistencias. Además, rompió un récord establecido en 1996: se convirtió en el primer jugador en anotar al menos 10 tiros con un porcentaje superior al 80% y repartir 15 asistencias desde que en John Stockton lo hiciera en aquella temporada. Así, despejó las dudas sobre quién era la estrella ayer. Así, condujo a los Cavaliers a su tercera victoria consecutiva (121-112 frente a Los Lakers) y los asentó en el segundo puesto de la Conferencia Este.

Calderón, anotador

La suerte de los de Cleveland es que junto a James y su exhibición apareció el mejor Calderón de la temporada. El base español salió de titular y protagonizó su mejor actuación encestadora de la actual campaña al conseguir 17 puntos. Jugó 23 minutos y anotó 6 de 9 de campo, incluidos 5 de 8 triples.

El jugador de Villanueva de la Serena supo dirigir el ataque de los Cavaliers con claridad. Brillaba James y asistía Calderón, que repartió hasta 6 pases de canasta. En defensa, capturó 3 rebotes y recuperó 2 balones con una única falta personal y 2 pérdidas de balón.