Nevó ayer en Pamplona y la previsión es que lo hiciera esta madrugada y también por la mañana, donde además hay amenaza de fuertes lluvias, hasta 15 litros por metro cuadrado, y donde las previsiones hablan de un termómetro casi helado, con temperaturas máximas que no superarán los 4 grados. En esas condiciones hablar de la suspensión del partido entre Osasuna y Zaragoza tiene un cierto grado de probabilidad, aunque será el árbitro, José María Sánchez Martínez, el que decida. Parece factible que al final haya partido y ya se jugó con mucha nieve en Anduva ayer.

Si se juega, si se retira la nieve, es seguro que el campo estará encharcado, que habrá mucha agua en el césped y que las condiciones climatológicas, con lluvia o nieve cayendo, serán de un partido áspero, de los que exigen fortaleza de espíritu y pocas dudas, un duelo sin concesiones para que el Zaragoza pueda derribar el muro navarro y ganar en un campo donde lleva más de 11 años sin hacerlo, desde diciembre del 2003, con gol de Villa.

AMBIENTE Y CÁNTICOS

La victoria anterior a esa fue el 9 de febrero de 1983 y con un Sadar lleno de nieve, con tantos de Valdano y Señor. No parece que la nevada que pueda haber hoy alcance las dimensiones de aquella en un partido para el recuerdo en la historia zaragocista. Los dos últimos triunfos han sido en la élite y en Segunda solo hay un precedente victorioso, al comienzo de los años 50. Para el Zaragoza, jugar en Pamplona, casi siempre y no hoy en Primera, es sinónimo de decepciones, más en los últimos tiempos, donde la rivalidad ha llegado a extremos inaceptables por los mensajes insultantes contra símbolos de Aragón desde la grada y por sucesos como el del 2011, cuando un objeto alcanzó el bus zaragocista y se rozó la tragedia.

Los dos clubs y las federaciones de peñas de ambos equipos han fomentado en esta semana el enésimo intento de recuperar el ambiente festivo de un partido que antes era un día de hermandad entre aficiones y que se convirtió en un pésimo ejemplo de máxima rivalidad. Las nuevas normas de la Liga contra la violencia también ayudan a intentar que este partido no repita episodios de la historia reciente y, que si se dan en forma de cánticos, queden reflejados por el informador que acuda de la Liga. Como, de hecho, ha pasado en las últimas semanas en otros partidos, sin ir más lejos en el Valencia-Sevilla de la pasada jornada. Además, los Indar Gorri, la peña radical, no entrarán hasta el descanso como medida de protesta contra la nueva normativa.

A ver si todo ayuda, a ver si en El Sadar se empiezan a dar pasos para normalizar este duelo y que lo que suceda solo pase en el césped. De momento, uno se ha dado, ya que viajan dos autobuses de zaragocistas y algo más de 200 aficionados para un duelo donde el Zaragoza, que lleva tres meses sin ganar a domicilio desde que lo hiciera en Alcorcón, quiere revertir esa tendencia. Si frena esa racha de cinco salidas sin vencer --dos empates y tres derrotas-- y suma su tercera victoria seguida asaltará la zona de promoción, la sexta plaza. Incluso el empate le vale, pero esa igualada no permitirá recortar distancia con los de arriba. Ayer empató el Betis y ganaron Las Palmas y Sporting.

PRUEBA PARA LA ZAGA

En el Zaragoza solo se espera un cambio, con el regreso de Galarreta a la mediapunta por el lesionado Jaime y las miras están en el eje, donde tanto Vallejo, que jugará, como Mario, que aguardará turno, están entre algodones. El Sadar examina de verdad la reciente eficacia defensiva, ya que el Zaragoza suma dos partidos sin encajar, las dos victorias caseras ante Leganés y Recreativo, dos rivales que apenas amenazaron al meta Bono, que se ha consolidado como titular. Osasuna sí lo hará hoy.

El equipo navarro ha recuperado el pulso en los últimos partidos tras un inicio más que dubitativo tras bajar la temporada pasada y suma seis partidos sin perder y 14 puntos de 18. Ha pasado y pasa Osasuna por muchos problemas económicos, como también el Zaragoza, y además las bajas por lesiones y por la Copa de África y de Asia condicionan a Jan Urban. Aun así, el equipo navarro tendrá 12 fichas profesionales hoy. El resto, la prolífica cantera rojilla, la esperanza de un Osasuna que intenta levantarse entre los problemas con jóvenes como Merino, Olavide o Kenan Kodro.

"Hay que esperar un buen partido si no lo estropea el tiempo", dijo Urban. Un duelo histórico de Primera hoy en los bajos fondos de Segunda, pero con la misma rivalidad e idéntica pasión. Si la nieve y la lluvia lo permiten, claro.