Paulinho se siente un privilegiado por estar en el Barça. Lo repite desde el día que llegó a Barcelona, en ese impensable viaje que hizo de regreso desde China al fútbol de élite el pasado verano. Ese privilegio es doblemente valioso porque en el mismo equipo juega "el mejor futbolista del mundo".

El centrocampista sabe que entró con buen pie en el equipo, aunque las críticas a su fichaje le precedieron antes de ponerse la camsieta azulgrana. Y sabe que entró con buen pie gracias, en parte a Messi, quien sabía del interés del Barça antes de que se concretara la adquisición, como contó Paulinho a EL PERIÓDICO.

"Estar al lado de Messi ya es especial. Es un privilegio jugar a su lado; me gusta correr para él y ayudarle a que resuelva partidos", confiesa Paulinho de su relación con el astro argentino a quien considera "el mejor del mundo", más allá de que le profese una "enorme gratitud" por la ayuda que le ha prestado.

Entre los privilegios que admite el interior brasileño en los últimos años de su carrera está el de compartir también equipo con Neymar, el futuro sucesor de Leo en la cúspide, pero en la selección brasileña. Hay todavía una diferencia entre ambos, perceptible pese a que en el terreno de juego son dos futbolistas decisivos, dotados de un talento descomunal. "Messi es el mejor del mundo; Neymar es un gran jugador", resumió Paulinho. "No se sabe qué pasará mañana, o dentro de tres o cuatro años, pero a día de hoy Messi es el mejor".

El centrocampista siente "una satisfacción muy grande" por participar en su primera Champions League a los 29 años. Tres meses después de su llegada al Barça, el jugador cree que está "completamente adaptado" y que ha supeado el recelo que presidió su aterrizaje en el Camp Nou. "El inicio fue complicado, después me solté y me liberé, entendí el juego y ahora estoy tranquilísimo y lleno de confianza", asegura.