El 2007 fue el año en el que se celebró el 75 aniversario del nacimiento de Peña Guara y en el que después de mucha espera se inauguró el nuevo refugio de Riglos. En el apartado alpinístico, lo más destacado fue la culminación del séptimo ochomil por parte de Carlos Pauner. A la tercera fue la vencida y el himalayista alcanzaba el 12 de julio la cima del Broad Peak, la montaña de 8.047 metros.

"Me he quitado un buen peso de encima", decía el aragonés en el Campamento Base tras el éxito. En el 97 y el 2006 el alpinista de Montañeros de Aragón intentó el ascenso a esta cumbre del espectacular Karakorum. Con el Broad Peak Pauner ya ha culminado el Cho Oyu, el K-2, el Makalu, el Gasherbrum-I, el Nanga Parbat y el Kanchenjunga. Ahora es posible que esperen en la próxima primavera el Everest y el Dhaulagiri.

Pauner ha sido el único aragonés en hollar la cima de un ochomil en el 2007. Marta Alejandre se quedó a tan sólo 700 metros de la cima en su primera experiencia en el Himalaya y Alberto San Martin y José Vilalta no pudieron realizar el ataque final.

Manu Córdova ha sido el segundo alpinista destacado del año. Como Pauner, pertenecen a Montañeros de Aragón. Ambos son el presente y el futuro de la entidad. Pero si Pauner se dedica a las grandes montañas de Asia, Córdova es una máquina de escalada deportiva, de boulder, de dry-toolling y de escalada en grandes paredes.

Gran curriculum

Este prodigioso alpinista ha completado un curso inigualable. Subió la legendaria cara norte del Eiger y abrió con el Equipo de Jóvenes Alpinistas una nueva ruta en los Picos de la Cascada en Gavarnie. Como remate, subió al Mont Blanc por el Pilar de Anglé y ofreció un homenaje a Pepe Chaverri culminando la MacIntyre/Colton en las Grandes Jorasses de los Alpes. Fue en esa pared donde se mató el alpinista de Binaced. Córdova ha sido una de las figuras del Equipo de Jóvenes Alpinistas dirigido por Simón Elías y que cuenta con otros dos aragoneses, Miriam Marco y Javi Bueno.

Mucho han cambiado las cosas en Peña Guara en sus Bodas de Diamante. Hace dos décadas, la entidad dirigida por Manolo Bara estaba en la punta del himalayismo mundial. Con el cambio de siglo, se han adaptado a los tiempos modernos. Ahora se hace actividad de vanguardia en las grandes paredes del mundo.

Sus cabecillas son los oscenses Dani Ascaso y Cecilia Buil. Ascaso junto a un grupo de amigos compuesto por Álvaro Novellón, Óscar Pérez y Santiago Padrós abría el pasado mes de octubre una ruta en la Patagonia argentina en el Cerro Adela. Era una vía de hielo y roca que denominaron Asamblea de Majaras.

Tras casi una año lesionada en uno de sus hombros, Cecilia Buil arrancó con fuerza esta temporada. Creó el proyecto HuEllas en el que sus deseos eran los de realizar cinco escaladas en los macizos más importantes del mundo junto a escaladoras españolas.

No comenzó con buen pie la escaladora altoaragonesa. En su primera empresa este verano viajó al Pakistán junto a Miriam Marco. Su objetivo era el glaciar de Biafo. Pero no tuvieron suerte. "Primero, no nos querían dar el visado. Después, no llegaba el material, se cayó la carretera del Karakorum y tuvimos que esperar un avión". Por si fuera poco, "nos llevaron a un campamento base equivocado y nos pilló el atentado de la Mezquita Roja", decía Buil.

La Patagonia

Con toda la moral del mundo, acometió su segundo proyecto. La cadena de la Patagonia. Junto a Anna Coll realizó un ataque al Cerro Torre, pero el tiempo fue inclemente. El año que viene le espera a la escaladora de Peña Guara el Burkett Needle, en Alaska y las paredes chinas de Tien-Sahn. Acabará en el Changabang, en el Himalaya Hindú.

El Grupo Militar de Alta Montaña de Jaca prosiguió con su incesante actividad. Enfocaron sus expediciones en el Año Polar Internacional. En febrero realizaron escalada en hielo en Noruega; en verano visitaron el Campo de Hielo en Groenlandia y en octubre subieron el Cerro Ladrillero en Chile.

El montañero de Panticosa Jorge Lapuente subió el McKinley (6.194 metros); Jordi Riba ascendió el Kilimanjaro (5.895 metros) y la vasca Josune Bereciartu recibió el galardón a la mejor actividad de escalada de la Federación Española en Ordesa con la vía Ojo Crítico en el Espolón del Gallinero.