--Vaya gol marcó contra el Betis... Lo habrá visto repetido varias veces para recrearse, ¿no?

--(Sonríe) Es verdad que no se marcan muchos así. Es un buen gol. Me han mandado felicitaciones los amigos y la familia, muchas con el enlace para verlo. Y es cierto que lo he visto más de una vez. Y de dos.

--Controla con el pecho y el muslo para después pegarle fuerte desde fuera del área. ¿Qué es lo más difícil del gol tras el envío de Dorca?

--Sobre todo el primer control, con el pecho. Vas a toda velocidad, el envío es lejano y lo quieres bajar sin que caiga al suelo para que el defensa no tenga la oportunidad de robarte el balón.

--Está entre sus mejores goles...

--Sí. Entre los dos mejores de mi carrera. El gol que metí con el Córdoba el año pasado al Mirandés fue nominado al mejor de Segunda. Fue una vaselina al portero en un córner. Me quedó con los dos, no podría elegir.

--Es decir, que repetirá nominación en esos premios de la LFP.

--Ojalá, pero va a estar difícil repetir. En una temporada hay muchos goles bonitos.

--Su primer tanto en el Zaragoza, ante Osasuna, es de cabeza, llegando desde atrás por sorpresa. El del Betis lo logra en una contra. Son similares en la llegada.

--Sí. Se trata de aparecer desde segunda línea, el interior tiene que llegar al segundo palo como he hecho yo en estos dos que llevo. Ojalá pueda aportar muchos más. Así o de otras formas.

--La temporada pasada hizo ocho en el Córdoba. ¿Firma repetir?

--No. No me marco ninguna cifra, porque cada temporada es una historia. Lo que quiero es ayudar lo máximo. Si es con bastantes goles, mucho mejor.

--No me resisto a preguntarle por el triángulo que hace al marcar...

--Es una 'A', por la inicial de mi mujer, que se llama Andrea. Se los dedico a ella, por los malos momentos, por ejemplo de estos dos meses de lesión y otros de antes, en los que siempre ha estado ahí. También lo hacía ya el año pasado, me ha ido bien y voy a seguir celebrándolos así. De todas formas, el que marqué ante el Betis también se lo dediqué a los fisios, que estuvieron animándome día a día y empujando durante la rehabilitación.

--Tras lograr ocho goles en 36 partidos y el ascenso con el Córdoba no renovó en verano y llegó a estar sin equipo. Hasta que llegó el Zaragoza y usted fue el primer fichaje de la nueva era.

--No se concretaron bien las ideas del Córdoba y las mías y no renové, pero la vida sigue. Cuando me ofrecieron venir al Zaragoza no tuve mucho tiempo para responder y el club estaba en una situación complicada. Hablé con Ángel (Martín González), pensé bien las cosas y dije que sí.

--¿Piensa que acertó?

--Sí, desde el principio he tenido esa sensación, la de estar muy feliz aquí.

--Víctor tiene plena confianza en usted. Cuando se lesionó en Barcelona ya dijo que peor que la goleada era su lesión.

--Es bonito y se agradece que un entrenador se preocupe por su jugador. Ha estado pendiente durante toda la lesión, pero también el resto del cuerpo técnico y el club. Y los compañeros, claro.

--Vuelve en Gijón, tiene minutos, y es titular con el Betis. ¿Tardó más de lo previsto en recuperarse?

--Es que la lesión es complicada, parece que estás bien pero no lo estás del todo. Era mi primera lesión ahí y las rodillas van despacio. Se trataba de estar seguro. Claro que tenía ganas de volver, muchísimas, pero la misma rodilla es la que te va diciendo de no ir tan rápido, sino poco a poco, porque no estaba tan segura a la hora de golpear.

--Por experiencia en Segunda, por la confianza de Víctor, por nivel salarial... Su rol es importante en el Zaragoza. ¿Lo asume así?

--La responsabilidad es de todo el equipo para dar la cara salga quien salga. Aquí cada uno tiene su rol y quiero dar lo máximo. Yo, tenga más responsabilidad o menos, pretendo ofrecer todo lo posible, pero es que cada compañero tiene que hacerlo igual.

--Ante el Betis en la segunda parte Víctor retocó el dibujo y usted y Eldin jugaron más por el medio para evitar la superioridad del rival en esa zona, algo que ya había pasado otros partidos. Funcionó la apuesta.

--Íbamos perdiendo y tratamos de jugar más por dentro para intentar combinar y llegar mejor, pero también para fortalecer esa zona. Y salió bien. Tenemos que estar satisfechos del trabajo y del nivel del equipo en esa segunda parte.

--El Zaragoza está encajando muchos goles. Trece en seis partidos y ocho en los últimos tres. Eso hay que arreglarlo.

--Aquí atacamos y defendemos todos, hay un rival que nos estudia y es difícil dejar siempre la portería a cero. El equipo llevaba una buena dinámica y en los últimos partidos no la hemos mantenido, pero esto es muy largo y hay mucho tiempo. Vendrán mejores momentos. Este equipo ha demostrado que sabe competir.

--¿Cómo ve al Zaragoza en esta Segunda División?

--Hay que ser realista, el club tuvo poco tiempo para moverse en el mercado como habría querido, por los problemas económicos y con el cambio de propiedad y en la gestión. Yo estoy muy orgulloso del equipo que se ha confeccionado, me encanta. Sabemos lo que queremos y competimos siempre, lo hemos demostrado. Lo más importante en esta categoría es ser regular, aunque a veces no salgan tan bien las cosas. Lo que queremos es no bajar los brazos y continuar con nuestra línea de trabajo para pelear por estar arriba.

--Pero, ¿ve al Zaragoza con opciones de pelear por subir?

--Claro que lo veo. Insisto, esto es larguísimo y la clave es la regularidad. Esta Liga está muy nivelada, pero eso hace que sea muy atractiva. Ganas tres partidos y te metes arriba. Y también puede pasar lo contrario.

--Firmó por cuatro años y tiene ahora 27. ¿Puede ser Zaragoza el sitio donde Pedro logre jugar por fin en Primera?

--Ojalá, eso espero. Vine porque quiero cumplir mi sueño y espero que sea aquí, tarde o temprano pero que sea aquí. Si puede ser la próxima temporada mejor y, si no, la siguiente. Tengo muchas ganas de jugar en Primera y estoy convencido de que el buen trabajo individual y colectivo da frutos.