El contragolpe, la pegada y los goles de Neymar sentenciaron el pase del Barcelona a las semifinales de la Copa del Rey y apagaron la ambición y la remontada del Atlético de Madrid, por dos veces por delante en el marcador, en un primer tiempo vibrante, espectacular, con cinco tantos y polémica (2-3). Todo en 45 minutos de alto voltaje, que engrandecen el torneo con más historia del fútbol español por la fuerza, la emoción y el carácter que ambos equipos desplegaron hasta el intermedio; un intercambio de golpes del que salió vencedor el equipo azulgrana, eficaz al máximo.

También le acompañó la fortuna en el 2-2 del brasileño Miranda en propia puerta superada la media hora y con 2-1; el principio del fin para el Atlético, que protestó un penalti en el contragolpe que originó el 2-3 y que perdió en el descanso a Gabi, expulsado en el túnel de vestuarios antes de la insustancial segunda parte, un mero trámite para el Barcelona.

El partido se agitó desde antes de los 40 segundos, cuando un despeje de Siqueira le llegó a Torres. La controló, trazó un gran recorte a Mascherano y alojó un estupendo derechazo junto al poste. Era el 1-0 antes del primer minuto, eliminatoria equilibrada, el mejor comienzo imaginado para el Atlético y el peor para el Barça hasta la irrupción de Messi, Suárez y Neymar, sus infinitas cualidades y su imparable desborde. Del argentino surgió la jugada, del uruguayo el pase definitivo y del brasileño el gol (1-1, m. 10).

El Atlético tomó de nuevo en un polémico penalti que Raúl García transformó en el minuto 29. Antes del descanso, el Barça cerró el partido con dos golpes demoledores, una gracias al tanto en Miranda en propia meta y el segundo de Neymar, en un contragolpe llevado por Alba tras una mano suya en el área del Barça no señalada.