La nadadora aragonesa María Teresa Perales fue la gran protagonista del primer día de competición de la delegación española en los Juegos Paralímpicos de Londres, después de conquistar su decimoséptima medalla y superar a Purificación Santamarta para convertirse en la deportista nacional discapacitada más laureada de la historia.

La zaragozana, de 36 años y disputando sus cuartos Juegos, lideró una jornada prolífica, con un total de seis metales, cuatro de plata y dos de bronce, pero en la que el oro se resistió, incluso a la entrada en la historia de la polifacética nadadora.

Como era de esperar, la piscina del Centro Acuático del Parque Olímpico de Stratford fue el principal caudal de medallas para España, que demostró ser una potencia en este deporte, con muchas opciones de preseas en casi todas las disciplinas.

Perales tampoco faltó a su cita, no pudo lograr el metal dorado que deseaba, pero no falló en los 50 libres (S5), donde era la actual campeona paralímpica, y deshizo el empate a 16 medallas con Santamarta, que ya tiene sucesora en la sonrisa de la aragonesa.

Esta, que volvía a la competición tras ser madre de Mariano, el 'Nano' al que dedicó su primer éxito, nadó a gran nivel, pero en su camino se cruzó la ucraniana Natalia Prologaieva, que incluso igualó el récord del mundo de la zaragozana, conforme con la plata y que ahora vislumbra ganar más en las cinco pruebas que le restan, aunque su deseo verdadero es hacerlo en el relevo.

Junto a ella, Sebastián 'Chano' Rodríguez no falló tampoco y sumó su decimocuarta presea al sumar una plata en los 50 libres (S5), donde el 'torbellino' Daniel Dias no dio opciones. También rozaron el oro Enrique Floriano, en los 400 estilos (S12), una distancia donde Deborah Font logró el bronce, mientras que la joven Sarai Gascón, en los 100 mariposa (S9) no pudo con Natalie du Toit, pero saboreó una nueva plata.

Además de Perales, el tándem formado por Miguel Ángel Clemente y Diego Javier Muñoz también tuvieron su ración de protagonismo por ser los primeros en abrir el medallero de la delegación nacional, al conseguir el bronce en la persecución en una final ajustada y disputada con los irlandeses James Brown y Damien Shaw, ante los que echaron mano del 'KERS' de Clemente para remontar en un gran último kilómetro.

Sin embargo, en el magnífico Velódromo hubo también decepciones con Raquel Acinas, que sólo pudo ser séptima en la persecución, y con el tándem Venge-Llauradó, quintos y fuera de la final en la misma modalidad. Igualmente, hubo otras opciones que pudieron ser medalla, como en el judo, donde David García cayó en la pelea por el bronce en la categoría de hasta 66 kilos, o el hermano de Deborah Font, Omar, que fue cuarto en los 400 metros libres (S12), mismo puesto que José Antonio Marí, en los 100 mariposa (S9).

Por otro lado, en los deportes por equipo, el equipo de baloncesto en silla de ruedas comenzó del mejor modo posible. Tras 16 años de ausencia de unos Juegos Paralímpicos, los de Óscar Trigo, liderados por el veterano Diego de Paz y por una excelente actitud defensiva, se impusieron con contundencia a la siempre correosa Italia por 67-40, y pusieron la primera piedra para estar en los cuartos de final.