El Real Zaragoza ha logrado frenar la sangría de goles encajados, uno de sus lastres más pesados en este curso. Y hay datos que lo constatan. El primero, que ya no es el más goleado de la Liga, algo que arrastró muchas jornadas. Ahora ese honor corresponde al Sporting de Gijón, con 56. Además, en los últimos cuatro partidos --Osasuna (1-1), Valencia (1-2), Atlético (1-0) y Sporting (1-2)-- solo ha recibido tres tantos y, con Manolo Jiménez, la media ha bajado mucho con respecto a Aguirre. Con el Vasco el conjunto aragonés recibió 31 dianas en 16 citas (1,93 de promedio) y, con el de Arahal, solo 21 en 14 (1,5).

Sin embargo, el técnico andaluz no ha logrado frenar aún la debilidad aérea de este equipo, que es el que más goles sufre de cabeza por parte de los rivales, con un total de 14 en lo que va de Liga. Además, también es uno de los más penalizados en la estrategia, ya que 10 dianas llegaron de esa forma, aunque esa clasificación la lidere el Rayo Vallecano.

En un córner sacado por Colunga y en un cabezazo de Eguren llegó el gol del Sporting. Y así, por ejemplo, tras un saque de esquina anotó Roversio (Osasuna) tras tocar Raúl García. Así, dos de los últimos tres tantos recibidos han tenido ese sello. La historia reciente del equipo nos da algunos ejemplos más. De córner y de cabeza marcó Bernardo para el Racing en El Sardinero y, en otro lanzado por Pedro León y que Paredes cabeceó para marcar en propia puerta, llegó el gol del Getafe en La Romareda. Y el 3-1 que dictaba sentencia en Málaga fue un cabezazo de Demichelis en un saque de esquina de Joaquín.

En las últimas citas, otros cabezazos, aunque no tras un córner, que acabaron en las mallas de Roberto fueron los de Diego Costa para el Rayo a pase de Casado, que suponía el 1-1 en un choque que acabó con remontada rayista o el del empate de Seba en Málaga tras un envío de Isco. El choque en La Rosaleda finalizó 5-1.

El juego aéreo es, probablemente, la faceta menos destacada de Roberto, un gran portero en todos los demás aspectos de su oficio, sobre todo en los reflejos y en la agilidad. Con todo, la pesadilla aérea señala más a una defensa que se ha ido asentando en los últimos tiempos, pero que ha dado demasiadas facilidades. Da Silva no ha impuesto su jerarquía en esa zona, lo que le llevó de forma justa al banquilllo, y a Mateos, ahora notable, le ha faltado continuidad y carácter para hacerlo. Otros jugadores como Obradovic o Paredes también han tenido despistes en las marcas que se han pagado muy caros.

Mientras, Meira, que ya hizo las maletas, Pinter o Dujmovic tuvieron claroscuros para ayudar en el trabajo aéreo. De hecho, el croata ha dejado ya más de una laguna. Eguren es su marca el sábado y remata solo en el gol, como ya lo había hecho en la primera parte, aunque ahí apareció Roberto. Y a Dujmovic se adelantó Raúl García para tocar lo justo en el tanto que supuso el empate de Osasuna, obra de Roversio, que le ganó la partida a Paredes.