En el mundo del fútbol se habitúa a magnificar las expectativas sobre los futbolistas. Es usual escuchar o leer bonitas referencias únicamente por un pequeño atisbo de rasgos diferenciadores. Aunque algo habrá de cierto si todo el que observa a un jugador se deshace en halagos. Íñigo Eguaras compareció en rueda de prensa por vez primera con la indumentaria de entreno zaragocista y en sus palabras se percibió el optimismo que se percibe durante estos primeros compases de la pretemporada.

El jugador de Ansoáin competirá por una plaza en un centro del campo de alta competencia, pese a ello, asegura que llega con ilusión y ganas de luchar. «Sé que es difícil y hay muy buenos jugadores, pero he venido aquí a pelear por hacerme con el puesto y, si no se puede, intentar ayudar al equipo». Tras una valoración de su situación personal hubo sitio para expresar las impresiones obtenidas en estos días con la plantilla. Íñigo se mostró satisfecho por el trabajo que están desarrollando, este espacio de tiempo le ha servido para afirmar que «el nivel del equipo es bastante alto». Dio una gran importancia al potencial del grupo, pero en sus declaraciones hizo especial hincapié en dos de los futbolistas que llevan siendo objeto de alabanzas en los últimos días.

«Hay jugadores que me han llamado mucho la atención, Oliver Buff y Borja Iglesias me han sorprendido», aseveró. «Buff es un jugador que a mí me encanta, es diferente en los últimos metros». El atacante helvético suma cinco goles en pretemporada, habiendo jugado en la banda izquierda y de mediapunta. Una grata capacidad goleadora, complementada por las cualidades técnicas que atesora. Al igual que Jesús Valentín o el propio Natxo González, Íñigo Eguaras alabó la facilidad del ariete gallego para mandar el esférico al fondo de la red. «Borja Iglesias es un killer, lo mete todo». Por el momento, solo son sensaciones. Los próximos compromisos de pretemporada servirán para comprobar si los halagos son correspondidos a la hora de la verdad.