El último viaje será el más lejano. Y tratándose de la penúltima jornada, más decisivo que cualquiera porque una derrota no tendría paliativo posible y dejaría la Liga en bandeja al Madrid. Sin defensa vuela el Barça a Las Palmas (20.00 horas), obligado a ganar a un rival que bajó los brazos hace semanas y con un alud de bajas que se acumulan atrás. Gerard Piqué agravó el panorama al ser ingresado en el Hospital Vall d’Hebron por un proceso vírico estomacal, según informó Catalunya Radio. Los médicos prefirieron extremar precauciones y controlar al defensa sometiéndole a análisis para averiguar el origen de la dolencia, por lo que su periodo de baja dependerá de la evolución. La ausencia de Piqué se une a las de los lesionados Mathieu y Aleix Vidal, y a la del sancionado Sergi Roberto, con lo que dejaba a Luis Enrique en cuadro. También es baja Rafinha.

«Tengo varias opciones, algunas más exageradas, otras menos, pero hay plantilla para ser competitivos», explicó Luis Enrique. El técnico puede alinear una defensa de tres (Mascherano, Umtiti y Alba o Digne) o una de cuatro con todos ellos, tres de ellos zurdos. Algo no inédito porque ya jugaron Umtiti y Mathieu como pareja de centrales. El brasileño Marlon Santos, del filial, fue reclutado por Luis Enrique al perder a Piqué. El largo viaje motivó que Masip, el tercer portero, también fuera convocado.

Luis Enrique catalogó de «reto» el duelo ante el cuadro canario por los inconvenientes del equipo. El desafío mayúsculo, en realidad, es mantener el liderato y la presión hasta el último día sobre el Real Madrid, que tiene un partido menos para poder superar a los azulgranas.

LA DEUDA DEL LAS PALMAS / El reto de Quique Setién, el entrenador del Las Palmas, es poder despedirse de la isla con un buen sabor de boca, tras una gran temporada que se ha torcido desde que él anunciara su marcha con un empeoramiento de los resultados y otros problemas que han lastrado al equipo canario. «Este partido es especial porque estamos en deuda con la afición», dijo Setién, que teme ver «al mejor Barcelona de la temporada» por la necesidad que tiene de sumar los tres puntos para ser campeón.

Luis Enrique sabe que no verá al mejor Las Palmas, aunque no lo dijera. Prefiere prepararse para atender a un conjunto que ha maravillado en varias fases de la Liga. «Es un partido de dificultad máxima», afirmó el preparador azulgrana sobre la especial habilidad de su rival para controlar el partido a través de la posesión del balón. Igual que el Barça. No en vano, Setién es un ferviente seguidor de la filosofía azulgrana que impuso Johan Cruyff.

ANÁLISIS FINAL / En juego la Liga, y con la final de Copa esperando al fin de semana posterior, Luis Enrique entiende que el análisis de la temporada debe aplazarse hasta ver el desenlace y el resultado final. «Si se gana habrá que hacer una fiesta, claro», dijo, recordando el «fiestón» que proclamó el año pasado cuando arreciaban las críticas. El técnico no cree que haya que quejarse aún de los tropiezos inesperados que sí lamentan sus pupilos.